Esta situación caótica es fruto de la más absoluta falta de previsión por parte de la Dirección General de la Policía, que ha tomado unas medidas absolutamente ineficaces porque, aunque durante el mes de julio se han incorporado 700 nuevos trabajadores, lo han hecho sin ningún tipo de formación y sin medios técnicos suficientes.
La Dirección General de la Policía no ha facilitado un ordenador por empleado público y las impresoras de pasaportes son muy escasas, ya que sólo hay una por equipo.
Junto a lo anterior, la Dirección General de la Policía ha decidido unilateralmente cerrar oficinas durante el mes de junio y julio, precisamente los meses en los que se registra una mayor demanda de renovación de DNI y pasaportes.
Todo este desastre lo justifican diciendo que “los ciudadanos siempre dejan para el último momento la expedición de sus documentos”. Esta afirmación tan usada por los responsables policiales demuestra la falta de consideración que tienen hacia el ciudadano, que paga sus impuestos y va cuando quiere. La policía no ha tenido ninguna previsión ni organización.
CCOO ha propuesto soluciones tan sencillas como habilitar servicios de cita previa, incorporación de mas medios técnicos (ordenadores e impresoras), apertura de mas oficinas, al menos tantas como haya cerradas, y poner a funcionarios civiles al mando de las oficinas de expedición del DNI y pasaportes.
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