Los hospitales públicos de Málaga ofertan cada año más de un centenar de plazas de médicos internos residentes. Las jubilaciones masivas de médicos que trabajan en la sanidad pública andaluza agravarán la falta de especialistas en Málaga. En los próximos diez años se van a ir retirando muchos facultativos del SAS. El problema es que no resulta fácil encontrar los recambios suficientes para ocupar las plazas de los profesionales que se marchan al cumplir los 65 años.
De hecho, hay especialidades en las que ya es difícil encontrar médicos para cubrir vacantes o sustituciones durante las vacaciones. Por eso, los hospitales cada vez recurren más a la contratación de facultativos extranjeros al no haber profesionales españoles disponibles. La situación será aún más compleja en los años venideros si no se arbitran medidas que corrijan ese déficit.
El presidente del Colegio de Médicos de Málaga, Juan José Sánchez Luque, pone el dedo en la llaga al decir: 'Los datos evidencian un envejecimiento de los médicos malagueños. De los 6.286 colegiados que hay actualmente, 309 tienen de 61 a 65 años y, por tanto, se jubilarán como mucho en cuatro años'. Sánchez Luque recalca que la franja de edad de 56 a 60 años no alberga resultados más alentadores, ya que 526 se jubilarán como muy tarde en diez años. 'Estamos hablando de una cifra que tiene que preocupar para buscar soluciones a medio y largo plazo -afirma-, porque un médico no se forma de un día para otro, sino que requiere un periodo, entre licenciatura y especialización, que supera los diez años'.
Para el presidente del colectivo de los facultativos malagueños, la respuesta fácil para que haya más médicos en el futuro es abrir las puertas de las facultades de Medicina e incrementar el número de plazas MIR (médicos internos residente), pero eso podría traer consigo, si no se hace aplicando una política racional, que la oferta de profesionales fuese mayor que la demanda de trabajo. 'Hay que huir de vaivenes que lleven a alterar la balanza de la oferta y la demanda y procurar que sea una política racional la que marque el futuro de los médicos en la Comunidad andaluza'.
Si se analizan las franjas de edades de los médicos malagueños se observa que donde hay más es en la que va de 41 a 55 años, con 3.162 colegiados. El desglose es de 903 en el tramo de 41 a 45 años, de 1.302 en el comprendido entre los 46 y los 50 años, y de 957 en el que va de 51 a 55 años.
A ese respecto, Sánchez Luque considera que preocupan los datos, y que es necesario cuidar a los profesionales formados en facultades y centros sanitarios públicos andaluces para evitar su éxodo hacia otras comunidades o países. Añade que es necesario fomentar que los especialistas hagan su trabajo en unas condiciones dignas desde distintos puntos de vista.
Un hecho que reafirma la falta de médicos es la llegada de un mayor número de profesionales extranjeros que encuentran en Andalucía una salida laboral.
Por su parte, fuentes de la Delegación Provincial de Salud indican que las jubilaciones de los facultativos permite un rejuvenecimiento de las plantillas. Aseguran que se está trabajando para que el relevo generacional esté garantizado cara a la fecha de 2015, cuando se producirá una importante retirada de especialistas que trabajan para el servicio sanitario. 'Consideramos que esa circunstancia se va a afrontar en las mejores condiciones posibles', subrayan las fuentes citadas. Agregan que se ha pedido una ampliación de las plazas que se ofertan en las facultades de Medicina, y que hay previsto un plan de reordenación de los recursos humanos de la sanidad pública andaluza.
Los sindicatos también han expresado su preocupación por los problemas que puede acarrearle al SAS la jubilación de un número importante de médicos si no se toman medidas con prontitud para paliar ese hecho.
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