El Fondo de Reserva de la Seguridad Social, que actualmente asciende a 45.704 millones de euros, debería casi triplicarse hasta los 125.000 millones de euros para alcanzar un "volumen razonable" que garantice la salud del sistema de pensiones frente al proceso de envejecimiento que experimentará la población española en las próximas décadas.
Así de tajante se muestra la compañía aseguradora Caser en un libro de reciente publicación titulado '111 preguntas sobre planes de pensiones individuales', en el que precisa que este nivel de fondos permitiría a la 'hucha de las pensiones' pagar a sus beneficiarios durante, al menos, dos años sin necesidad de financiación adicional.
La realidad es bien distinta, ya que la cuantía actual del Fondo de Reserva sólo permitiría pagar las pensiones durante los próximos ochos meses. Además, según el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2008, se prevé que el Fondo alcancé los 52.330 millones de euros el próximo año.
Así, la compañía aseguradora alerta de que la mayor parte de la población tendrá entre 40 y 50 años en 2020 y entre 50 y 60 años en 2030, y considera que, frente a este horizonte, el actual sistema de financiación de la Seguridad Social es "inadecuado".
En esta línea, Caser propone promover sistemas privados de previsión social complementarios al sistema público de pensiones. En este sentido, aplaude los "significativos" cambio introducidos en el tratamiento fiscal de los planes de pensiones a través de la última reforma del IRPF, que el próximo 1 de enero cumplirá un año de vigencia.
Asimismo, Caser considera que "es el momento de los planes y fondos de pensiones", por cuanto, a su juicio, se está extendiendo entre los ciudadanos el convencimiento de que "el acceso a la jubilación sin estrecheces requiere ahorrar en planes de pensiones".
Más aún, la aseguradora afirma que, pese al incremento que ha experimentado la pensión media de jubilación en la última década, "las pensiones públicas siguen siendo insuficientes para garantizar un mínimo nivel de vida hasta el fallecimiento".
NI LA INMIGRACION NI EL EMPLEO FEMENINO SERA SUFICIENTE.
Por otra parte, el texto elaborado por Caser asegura que no se puede confiar en la creciente aportación laboral de inmigrantes y mujeres, ni en un repentino repunte de la productividad de cara a hacer más solvente el sistema de pensiones.
En primer lugar, precisa que "la inmigración no alterará la trayectoria prevista a largo plazo de la tasa de dependencia (ratio entre jubilados/activos), ya que el grueso de las entradas de inmigrantes se concentra entre los 20 y los 40 años, segmento de población que, al envejecer, obviamente también tendrá derecho a cobrar una pensión de jubilación".
En segundo término, el incremento de la presencia de la mujer en el mercado laboral llevará, asegura, a un "rejuvenecimiento en los cotizantes de la Seguridad Social", pero no podrá compensar "ni parcialmente" que la tasa de dependencia empeore un 60% en los próximos 30 años.
Por último, Caser asegura que la esperanza de que se incremente la capacidad productiva española "es más un deseo que algo que se puede sostener en datos económicos".
"Por ello, el escenario más realista a contemplar es el de un sistema público de pensiones en crisis, de no reformarse en breve", sentencia la compañía aseguradora.
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