El conseller de Gobernación, Joan Puigcercós, explicó ayer que la venta por parte de la Generalitat del 25% de Al-pi a France Télécom 'garantiza' el futuro de la compañía y de sus trabajadores y justificó la retirada del Gobierno catalán ya que la participación pública en el mercado tiene que ser 'mínima' para que Catalunya disponga de empresas fuertes en el sector.
El consejero delegado de France Télécom, Jean-Marc Vignolles, aseguró que la toma del 100% de Al-pi por parte de la multinacional, que controlaba el 75% hasta ahora, garantiza el futuro de la compañía, que mantendrá la entidad jurídica propia en Catalunya, y agrupará la mayor parte de actividades de Orange en la Comunidad.
Puigcercós manifestó ayer en rueda de prensa que el acuerdo de venta de Al-pi 'beneficia a ambas partes'. Con la nueva fórmula, la compañía gala se ha quedado con el 100% de la compañía de telecomunicaciones catalana y la Generalitat ha obtenido la titularidad del 30% de la capacidad total de la red con 34 ayuntamientos.
PAGO EN EFECTIVO, INFRAESTRUCTURAS Y DERECHOS.
El proyecto, que valora la compañía de telecomunicaciones catalana en 117,2 millones de euros, se concretará con un primer pago de 17 millones en efectivo, que se invertirán en construir infraestructuras de telecomunicaciones.
El resto de la operación será a cuenta de infraestructuras y derechos de uso que recibirá el Govern, valorados en 12,3 millones de euros.
La infrastuctura que pasará a manos de la Generalitat es una red urbana de más de 224 kilómetros en 34 municipios catalanes y 180 de red troncal. Además, con la operación la Generalitat tendrá 'derecho de uso' –según digo Puigcercós– en más de 800 kilómetros de la red que son propiedad de France Télécom.
Estas infraestructuras permitirán la conexión, mediante fibra óptica de titularidad pública, de los 227 edificios corporativos de la Generalitat y facilitarán la futura conexión de los centros educativos y de salud.
Puigcercós explicó que lo que han hecho es 'compartir infraestructura', ya que la compañía gala también tendrá derecho de uso de la parte de red propiedad de la Generalitat.
Según el conseller, el objetivo de la Generalitat es que Catalunya disponga de una red de infraestructuras que gestione un operador abierto –con la posibilidad de colaborar con otras empresas– para que los diferentes operadores puedan utilizar la red.
La red de Al-pi cuenta con conexiones entre las cuatro capitales de provincia catalanas, así como entre las principales ciudades del área metropolitana de Barcelona. Además, tiene centralitas de distribución en los cascos urbanos.
LA NUEVA AL-PI.
Vignolles destacó el papel de la 'nueva' Al-pi, que será una plataforma de negocio para grandes empresas y administraciones públicas de Catalunya, como hasta ahora, pero también 'impulsa su compromiso' hacia la ciudadanía catalana.
Además, el acuerdo incluye la creación de una sociedad que, bajo el nombre de France Télécom Catalunya, aúne los negocios de la empresa francesa en esta comunidad durante un mínimo de cuatro años.
Al-Pi cuenta con 60.000 empresas clientes. En 2006, la compañía facturó 60 millones de euros, obtuvo un beneficio operativo de 6,7 millones y sumó 11 millones de inversión.
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