Los funcionarios madrileños llegan a un preacuerdo con la Comunidad para terminar una protesta que ha durado once días y ha paralizado trámites
Los funcionarios de Justicia de Madrid han alcanzado un preacuerdo con la Comunidad que supondrá, previsiblemente a lo largo de la jornada de hoy, la desconvocatoria de una huelga que ha sumido en un nuevo caos a la ya de por sí congestionada justicia madrileña. En los 11 días de protestas, se han suspendido un millar de juicios, según fuente del comité de huelga. Y lo que es peor: los servicios de comunicaciones y de registro de escritos judiciales están totalmente colapsados.
El preacuerdo fue alcanzado el pasado sábado entre la Consejería de Justicia y los sindicatos UGT, CC 00 y STAJ. El Gobierno regional se comprometió verbalmente el sábado a aumentar en 2008 el salario mensual de los funcionarios en 130 euros, otros 155 en 2009, 75 más en 2010 y otros 90 más en 2011. Además, estudiará un incremento de la plantilla en las jurisdicciones más colapsadas con vistas a mejorar el servicio público.
Madrid es la ciudad que más retrasos judiciales sufre de España. La huelga ha afectado especialmente a la Audiencia de Madrid, donde se han tenido "que suspender juicios de gran complejidad", se lamentaba ayer el presidente de la Sección Quinta, Arturo Beltrán. "Debe primarse el interés de los justiciable, y no cabe argüir un problema económico en una comunidad como la de Madrid, cuyo Producto Interior Bruto (PIB) es superior, por ejemplo, al de todo Portugal", señaló Beltrán.
La oferta económica de la Comunidad fue sometida ayer por el comité de huelga a los funcionarios. Votaron más de 1.200 trabajadores -de un total de 6.000, según los sindicatos-.
"La situación es desastrosa en los juzgados de lo penal y en los registros civiles, así como en las fiscalías y en el Instituto Anatómico Forense", explicaba ayer Felicidad López, de CCOO. "Tenemos 250 personas que siguen con contratos temporales después de casi diez años", señaló.
Mientras, ayer en los juzgados y especialmente en el Registro Civil continuaban las colas y la desesperación de los ciudadanos. Un piquete hizo de nuevo acto de presencia en el Registro, pero no hubo forcejeos con la policía ni altercados, como en el miércoles de la semana pasada. "Esto es una vergüenza. Necesito una partida de nacimiento para sacarme el pasaporte y no puedo obtenerlo. ¿Quién me paga el billete de avión que voy a perder?", contaba indignado Pedro Miranda, mientras rellenaba una hoja de reclamación. A su lado, Susana explicaba su caso. "Me han embargado a mí la cuenta de mi padre, que murió hace un año, y necesito su partida de defunción para probarlo, pero no puedo sacarla por la huelga".
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