Los funcionarios públicos australianos van a perder los masajes pagados, uno de sus beneficios más excepcionales, como parte de las medidas frente al gasto burocrático, según dijo la prensa este miércoles.
Los funcionarios gastaron más de 200.000 dólares australianos (120.000 euros) en masajes en dos años, dijo el miércoles el diario Sydney's Daily Telegraph.
Los trabajadores postales fueron los que más gastaron en masajes (55.000 dólares), mientras que los miembros antiguos de la plantilla de la Oficina australiana de estadísticas gastaron 10.120 dólares, y las oficinas del Tesoro 17.000 dólares.
Mientras tanto, el departamento del ex primer ministro John Howard, gastó 6.000 dólares en masajes.
Unas estadísticas presentadas en el parlamento mostraban que los burócratas gastaron 108.710 dólares en masajes en 2004 y 89.000 dólares el siguiente año.
Un portavoz del ministro de Consumo australiano y asistente del Tesoro, Chris Bowen, que calificó la práctica como un "evidente despilfarro", dijo que el ministro esperaba aconsejar a los mandatarios del organismo que los masajes deberían parar.
Otros ministros son partidarios de la opción de quitar los masajes, como parte de las políticas del nuevo primer ministro, Kevin Rudd, para frenar el gasto público, según el periódico.
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