Unión Sindical Obrera (USO) denunció que el poder adquisitivo de los dos millones y medio de empleados públicos españoles ha caído un 22,7% de sus salarios desde 1991, a causa de la diferencia entre la inflación real, que cerró 2007 en el 4,2%, y el porcentaje que el Gobierno aplica para establecer el aumento salarial de estos trabajadores, fijado en el 2% para este año.
En un comunicado, el sindicato asegura que durante los últimos 16 años, en los que los salarios de los empleados públicos fueron congelados en dos ocasiones, un sueldo medio inicial de 12.000 euros se debería haber revalorizado en 3.806 euros a causa de las diferencias entre las subidas contempladas en los Presupuestos Generales del Estado y el IPC real.
En este sentido, el secretario general de la Federación de Empleados Públicos (FEP) de USO, Luis Deleito, asegura que los empleados públicos vuelven a ser «castigados» a pesar de las promesas del principio de la legislatura», y acusa a los sindicatos mayoritarios de complicidad con la Administración para no forzar la cláusula de revisión salarial en el Estatuto del Empleado Básico.
Por este motivo, USO plantea un nuevo modelo de negociación colectiva basado en el IPC real, «no en la increíble estimación del 2%», que se aplique por igual a los empleados públicos y a los trabajadores del sector privado.
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