El Concello de Ourense se fija como prioridad frenar el gasto de personal, que supera la media gallega en diez puntos. En la actualidad, la administración local ourensana cuenta con mil operarios, incluidos los 117 que se incorporaron en la última convocatoria realizada por el PP. El gasto de personal del Concello de A Coruña se eleva al 27,8% del presupuesto; el de Lugo, al 28,7%; el de Pontevedra, al 23%; el de Ourense, al 40%.
El concejal de Economía, Agustín Fernández, resalta que el Concello de A Coruña tiene un presupuesto de 192 millones de euros, de los que gasta en personal 53,4; el de Lugo, 94 millones, de los que gasta 27,5 en personal; Pontevedra, 73 millones de euros, de los que destina a la plantilla 16,8; Ourense, con un presupuesto de 78 millones, gasta en personal 30,5.
Fruto de esta preocupación, Agustín Fernández explica que los presupuestos que están elaborando para el año que viene no recogen incremento alguno para este capítulo, al no existir margen para aumentar el gasto. "Básicamente, se dota con la partida necesaria para atender el personal existente, el convenio colectivo y los contratos que se hicieron el año pasado".
El concejal de Economía indica que el Concello de Ourense "tiene que continuar funcionando con los mil operarios que tiene, salvo algún tipo de necesidad excepcional que surja". El principal esfuerzo lo centrará en "reestructurar la plantilla, reorganizar y motivar a la gente que hay, para incrementar la productividad".
Por su parte, el director general de personal, Miguel Diéguez, resalta que se modificó la RPT, "para adaptar el organigrama actual, sin tocar salarios". La medida contó con el respaldo de todos los sindicatos, por primera vez en muchos años.
Miguel Diéguez explica que su función consiste en "racionalizar todos los recursos personales que tenemos en el Concello, tratando, sobre todo, que no se incremente el gasto del capítulo uno, de personal". Además de adoptar en todas las decisiones los principios de "transparencia, mérito y capacidad".
El Concello de Ourense cuenta en la actualidad con 797 funcionarios, seis laborales y contratados, que suman unos mil puestos de trabajo.
Miembros del grupo de gobierno indicaron en el momento que asumieron la responsabilidad que existía indicios de que algún funcionario no acudía al Concello. En cambio, el director general se pronuncia en estos términos: "Eso no lo sé. Tengo tanto personal, que tendría que ir uno por uno. Yo desconozco ahora alguna situación personal, pero en el momento que se descubra, se abrirán expedientes sancionadores y se tomarán las medidas oportunas".
A lo largo de todo el año, la principal tarea que desempeñará el director general será "la evaluación del desempeño de la totalidad de los puestos", mediante la que controlará todos los puestos de trabajo, "para conocer la función que desempeña cada operario". En la actualidad existen ciertos mecanismos de control, que en algunos casos pasan por los jefes de servicio, "pero resultan insuficientes, porque esto es una mole inmensa".
El trabajo estará concluido a finales de año, por lo que podrán empezar a tomar medidas, sobre cambios de funciones, en su mayor parte consensuadas con los afectados, a principios de 2009, "con la finalidad de cubrir todas las necesidades de la administración local y evitar duplicidades, para lograr mayor eficacia y prestar mejores servicios a los ciudadanos".
Pese a la política de austeridad que adopta el concello, Miguel Diéguez anuncia que este año se tendrán que sacar de siete a ocho nuevos puestos, para atender las necesidades, que se sacarán en la oferta de empleo público. "Pero va a ser una cosa muy puntual, dado el volumen de la plantilla existente".
En principio, el director de personal no encuentra resistencia por parte de los trabajadores. Y explica que, en su momento, "se hablará con el personal afectado, para adoptar las decisiones por consenso", con respecto a los posibles cambios de destino.
Miguel Diéguez reconoce que la reordenación de la plantilla de mil trabajadores que tiene el Concello de Ourense "es un proceso muy complejo, que no se puede desarrollar en poco tiempo". Pero considera que al finalizar el actual mandato estará concluido, "con lo que se creará una estructura, que quedará permanente en el tiempo".
Debido a la falta de margen para realizar nuevas contrataciones, el concello recurrirá a la fórmula de las contrataciones para cubrir las necesidades.
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