Más de 200 funcionarios municipales se manifestaron ayer frente a la Casa de la Villa, durante la celebración del Pleno de febrero, el último antes de las elecciones generales del 9 de marzo, para protestar contra la privatización de los polideportivos públicos de los distritos.
Convocados por los sindicatos CC.OO., UGT, FSP-Madrid y CSI-CSIF bajo el lema ‘Contra la privatización de las instalaciones deportivas municipales y del servicio que prestamos’, los funcionarios denunciaron que el Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón "está desmantelando el servicio público deportivo municipal" y que "regala las instalaciones deportivas a la empresa privada".
Según ellos, este "regalar" instalaciones públicas, "pagadas con los impuestos de todos los madrileños", provoca un "deterioro por el abandono en el mantenimiento" de los equipamientos además de reducir clases "que no son económicamente rentables", así como los tramos horarios de acceso libre.
También consideran que esta política provoca un encarecimiento del servicio, "con incrementos de tasas de hasta el 75 por ciento", así como el aumento de los precios de reconocimientos médico-deportivos y rehabilitación cardíaca. Por último, llamaron la atención sobre la "desaparición del empleo público y la precariedad laboral" que la privatización causa.
Esta mañana, medio centenar de estos trabajadores se encerraron en el polideportivo La Almudena, en el barrio de Las Rosas, que es el último equipamiento que será privatizado, a pesar de que el pasado lunes el delegado de Hacienda, Juan Bravo, aseguró que no se sometería a este proceso a ningún centro donde trabajen empleados municipales y que ya estén en funcionamiento.
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