La ayuda beneficiará a aquellas mujeres que se den de alta como co-propietarias con sus maridos de las explotaciones agrarias. El objetivo del Ejecutivo es favorecer la igualdad
Se acabó lo de que la mujer trabaje en el campo ayudando a su marido o compañero sentimental sin ningún reconocimiento social. El Ejecutivo autonómico ha aprobado un decreto por el que se subvencionará el 50 por ciento del coste de la Seguridad Social a todas aquellas mujeres que lo soliciten y quieran convertirse en co-propietarias junto a sus parejas de su explotación agraria.
La consejera de Trabajo y Empleo, María Luz Rodríguez, compareció ayer junto al vicepresidente primero, Fernando Lamata, para informar sobre esta nueva medida legislativa que adoptó el Consejo de Gobierno en su reunión del pasado martes.
Según apuntó la titular de Empleo, el decreto por el que se regulan las subvenciones para promover la afiliación a la Seguridad Social de cónyuges y descendientes de titulares de explotaciones agrarias busca favorecer la igualdad entre hombres y mujeres, fundamentalmente en el medio rural.
Rodríguez explicó que a nivel nacional ya existe una ley similar que establece una subvención del 30 por ciento de las cuotas a la Seguridad Social para las mujeres menores de 40 años que se conviertan en co-titulares de explotaciones agrarias. Sin embargo, el Gobierno regional ha querido ir más allá y ha ampliado el porcentaje de ayuda, sumando a ese 30 por ciento un 20 por ciento más. Asimismo, «mejorará» la normativa del Gobierno central porque también ofrecerá una ayuda del 50 por ciento de la afiliación a las mujeres entre 40 y 45 años.
«El decreto de CLM forma parte de la apuesta firme y decidida del Gobierno regional por avanzar en la igualdad entre hombres y mujeres, especialmente en el medio rural, facilitando y favoreciendo que estas puedan darse de alta como co-titulares de forma regular de sus explotaciones agrarias», dijo la consejera de Trabajo.
De este modo, prosiguió Rodríguez, lo que se logra es que las mujeres que «siempre han trabajado en silencio en el campo» vean reconocido socialmente su trabajo e igualados sus derechos a los de los hombres, porque en un futuro tendrán la misma protección que ellos, ya que al cotizar podrán beneficiarse de las pensiones de jubilación igual que hasta ahora tan sólo disfrutaban sus maridos o compañeros sentimentales.
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