El Consejo de Ministros ha aprobado un Real Decreto-ley que permite a pymes y autónomos aplazar todas las declaraciones de impuestos del mes de abril con el objetivo de mitigar el impacto económico provocado por la crisis del coronavirus. A esta moratoria se suma la prolongación del plazo para presentar la declaración trimestral del IVA y el pago fraccionado de Sociedades e IRPF para contribuyentes con una facturación de hasta 600.000 euros hasta el 20 de mayo. Además también se amplía el plazo, hasta el 15 de mayo, para declaraciones domiciliadas.
Así lo anunciaba la cuenta oficial de twitter de La Moncloa a la vez que se celebraba la rueda de prensa tras el Consejos de Ministros en el que, como se preveía, se han aprobado las nuevas medidas que quedarán reflejadas este miércoles en el BOE.
«La moratoria aprobada hoy beneficiará a 3,4 millones de contribuyentes, que representan el 95% de empresas y autónomos/s que deben presentar su declaración tributaria de abri. Supone una liquidez de 3.558 millones de € para pymes y autónomos/as», ha trasmitido el Gobierno a través de Twitter.
Una medida que no deja contentos a los autónomos
Estas medidas han suscitado críticas por parte de los diferentes colectivos de trabajadores por cuenta propia. Desde la ATA (Asociaciones de Trabajadores Autónomos), su presidente, Lorenzo Amor, ha vuelto a mostrarse crítico con la gestión del Ejecutivo, calificándola, «una vez más», tardía. «Nadie nos asegura que el 20 de mayo haya vuelto la actividad a la normalidad o si habrá sectores que sigan cerrados o confinados», espetó Amor, proponiendo que la presentación de impuestos se realice conjuntamente el primer y segundo trimestre del 1 al 20 de julio.
Además, en su Twitter personal, Lorenzo Amor ha dejado clara su postura: «El Gobierno deja en la cuneta a 1,5 millones de autónomos que quedan fuera de cese de actividad sin tener trabajo y pagarán cuota en abril; el resto de medidas, el impacto en autónomos no llega ni al 5% del total».
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