El primer ministro francés, Édouard Philippe, detalló hoy las grandes líneas de los Presupuestos para 2019, que cuentan con un crecimiento económico menor del previsto, 1,7 % frente al 1,9 %, y con la supresión de 4.500 plazas de funcionarios.
En una entrevista con el semanario «Le Journal du Dimanche», Philippe reconoció que el año que viene se producirá un «rebote del déficit», consecuencia de la ralentización del crecimiento, pero que eso no impedirá a Francia «estar en la línea» de su compromiso del 2,3 % para 2019.
El primer ministro aseguró que los recortes procederán de «las políticas públicas que no son eficaces, por ejemplo en la vivienda o en los contratos subvencionados», y reiteró que se mantendrá el objetivo anunciado por el presidente, Emmanuel Macron, de eliminar 50.000 puestos en la función pública hasta 2022.
«En 2019, prevemos alrededor de 4.500 supresiones de puestos. Hemos anunciado reorganizaciones en el Ministerio de Finanzas, en el sector audiovisual público y en la red exterior del Estado», dijo Philippe, antes de agregar que otros departamentos aumentarán de personal, con 2.000 contrataciones en las fuerzas de seguridad o 1.300 en la justicia.
Una de las medidas más polémicas desgranadas por el jefe del Ejecutivo es el anuncio de que las pensiones, las ayudas a la familia o a la vivienda aumentarán un 0,3 % en 2019 y 2020, por debajo de la inflación.
Frente a ello, explicó que las prestaciones que afectan a los más desfavorecidos, como la llamada prima de actividad -dirigida a complementar los ingresos más modestos-, las pensiones mínimas o las ayudas a discapacitados, crecerán «muy significativamente».
Philippe también reveló una nueva medida, con la que se pretende incentivar el trabajo: los asalariados dejarán de pagar cotizaciones por las horas suplementarias a partir de septiembre del año que viene.
De cara a la próxima sesión legislativa, el Gobierno encara la controvertida reforma de la prestación por desempleo, en la que «se actuará donde haya mecanismos que no encontrar rápidamente un empleo», para lo cual Philippe recibirá a partir del miércoles a los agentes sociales.
El Ejecutivo también se enfrentará el año que viene a la reforma de las pensiones con la intención de acabar con la abundancia de regímenes especiales vigentes actualmente en Francia.
«Se presentará un proyecto de ley a lo largo de 2019. El objetivo es conseguir que al final -será necesariamente muy progresivo- cada euro cotizado dé los mismos derechos a todos los franceses», dijo.
Los planes del Gobierno para las nuevas cuentas se conocen en el peor momento para la popularidad de Macron y del propio Philippe.
Según una encuesta difundida hoy por el mismo semanario, el presidente sólo cuenta ya con la aprobación del 34 % de los franceses, lastrado en parte por algunas medidas que se perciben como «antisociales», mientras que Philippe tiene el respaldo del 40 % de los sondeados por la casa Ifop.
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