El Parlamento italiano ha aprobado, entre ovaciones y abucheos, una ley conocida como el «Decreto dignidad» que limita los contratos temporales de trabajo, penaliza a las empresas que mueven su producción al extranjero y va contra la publicidad de los juegos de apuestas.
Este paquete de medidas, que apuntan a promover el empleo y acabar con las empresas que abusan de la precariedad, es la primera gran legislación aprobada por el nuevo gobierno populista.
El Senado aprobó el texto por 155 votos a favor, 125 en contra y una abstención, convirtiéndolo así en ley después de la primera lectura el 2 de agosto en la Cámara de Diputados, donde recibió 312 votos favorables y 190 en contra.
Tras la aprobación, los senadores del Partido Demócrata (PD, centroizquierda) fueron llamados al orden por la presidenta de la cámara, Elisabetta Alberti Casellati, después de que mostraran carteles en los que se leía «#ByeBye lavoro» (Adiós trabajo).
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