El gasto en protección social en España representaba en 2015 el 24,7% del Producto Interior Bruto (PIB) del país, un porcentaje inferior al 29% que registraba de media el conjunto de la Unión Europea (UE), según informa la oficina estadística Eurostat en un comunicado.
Los datos recogen el gasto en protección social respecto al PIB registró un «ligero incremento» de cuatro décimas en la Unión Europea en 2015 en comparación con el 28,6% de 2010, mientras que en España aumentó una décima en este periodo, del 24,6% de 2010 al 24,7% de 2015. Respecto a 2014, subió tres décimas en la UE, pero descendió siete en España.
Eurostat remarca que la media europea enmascara «importantes disparidades» entre los Estados miembros. En concreto, los que registraron una mayor proporción fueron Francia (33,9%), Dinamarca (32,3%), Finlandia (31,6%), Bélgica (30,4%), Países Bajos y Austria (30,2% ambos) e Italia (30%).
Por el contrario, los que menos gasto dirigieron a partidas para la protección social fueron Rumanía (14,6%), Letonia (14,9%), Lituania (15,6%), Estonia (16,4%), Irlanda (16,7%), Malta (17,5%), Bulgaria (17,9%), Eslovaquia (18,3%) y República Checa (19,1%).
«Estas disparidades reflejan diferencias en los estándares de vida, pero también son indicativas de la diversidad de los sistemas nacionales de protección social y de las estructuras específicas institucionales, sociales, económicas y demográficas de cada estado miembro», incide.
Según el criterio de poder de paridad de compra, que elimina del cálculo las diferencias entre países del nivel de precios, Luxemburgo fue el país con un mayor gasto en protección social, seguido de Dinamarca y Austria, mientras que el menor gasto se dio en Rumanía, Bulgaria y Letonia.
En el conjunto de la UE, el gasto en protección social destinado a la tercera edad es la mayor partida, con un 45,2%, seguida del gasto en sanidad, cuidados médicos y discapacidad (37,3%), familia e infancia (8,6%), desempleo (4,8%) y vivienda y exclusión social (4,1%).
En España, la división por categorías también recoge en primer lugar al gasto en la tercera edad (49,8%), por delante de sanidad, cuidados médicos y discapacidad (34,5%), desempleo (9%), familia e infancia (5,3%) y vivienda y exclusión social (1,4%).
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