El abogado hispano Alexander Acosta es el nuevo candidato que ha elegido Trump para que ocupe la cartera de la Secretaría de Empleo, después de que Andy Puzder, el anterior nominado, retirase su candidatura al prever que no iba a obtener los apoyos necesarios en el Senado para ser ratificado.
Acosta nació en Miami, Florida, y se graduó en Derecho en Harvard. Tras ser secretario de un juez en la corte de apelación del Tercer Circuito, trabajó en el bufete Kirkland & Ellis, donde se especializó en empleo y cuestiones laborales. Al mismo tiempo impartió clases en la Universidad George Mason sobre legislación laboral y discriminación laboral a discapacitados.
Entre 2002 y 2003 fue miembro de la Junta Nacional de Relaciones Laborales, cargo al que fue recomendado por el entonces presidente George W. Bush.
A continuación fue asesor del Fiscal General para la división de derechos civiles del Departamento de Justicia. Estando en el cargo, en 2011, testificó ante el Congreso sobre la importancia de proteger los derechos civiles de los americanos musulmanes, subrayando la importancia de la libertad religiosa desde la misma creación del país.
En 2009 se convirtió en decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Internacional de Florida, puesto en el que se encuentra actualmente. Ha aparecido en dos ocasiones como uno de los 50 hispanos más influyentes de Estados Unidos en la lista de Hispanic Business Magazine.
Se espera una fácil ratificación en el Senado
La trayectoria de Acosta, ligada a la protección de los derechos civiles, hace pronosticar que logrará un fácil aprobado en el Senado al contrario que su predecesor en la nominación, Andrew Puzder.
«Después de estudiarlo y discutirlo cuidadosamente con mi familia, retiro mi nominación como secretario de Trabajo. Aunque no serviré en esta administración, apoyo completamente al presidente y a su equipo altamente cualificado», dijo Puzder en un comunicado.
El CEO de CKE Restaurants desde el año 2000 y antiguo abogado se había mostrado contrario a la subida del salario mínimo alegando que provocaría una reducción de puestos de trabajo, y ha apoyado reiteradas veces una mayor automatización de la industria. Además, Politico sacó a la luz una grabación de 1990 en la que su exmujer le acusaba de violencia doméstica en el programa de Oprah Winfrey, pese a retractarse meses después como parte del acuerdo de custodia de sus hijos.
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