El portavoz socialista de empleo, Rafael Simancas, ha criticado el «electoralismo tramposo» del Gobierno «al presumir de un gasto de 1.414 millones de euros en políticas activas de empleo, cuando el presupuesto de 2015 en este capítulo se ha reducido en 2.700 millones respecto al presupuesto de 2011 y cuando los recortes aplicados a lo largo de la legislatura alcanzan los 11.000 millones».
Según ha indicado el Grupo Socialista por medio de un comunicado, el paro correspondiente al segundo trimestre de 2015 alcanzó el 22,4%, lo que está por encima del 20,6% del mismo trimestre del año 2011. Además, ha destacado que la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada este jueves refleja que hay 2,3 millones de parados que llevan más de dos años sin encontrar trabajo, 875.000 personas más desde que gobierna el PP.
«Lo primero que hizo el PP al llegar al Gobierno en 2012 fue despedir a 3.000 orientadores que ayudaban a encontrar trabajo a los parados en las oficinas de empleo de nuestro país», ha apuntado Simancas, para el que «desde entonces no han parado de recortar recursos en políticas activas, desviando hasta el 20% de los presupuestos a bonificaciones, reducciones y tarifas planas de eficacia dudosa en la Seguridad Social de eficacia dudosa, y privatizando servicios de forma creciente».
Asimismo, el Grupo Socialista ha denunciado que la tasa de protección pública al desempleo «no para de reducirse», mientras el número de hogares con todos sus miembros activos en situación de desempleo se mantiene por encima de 1,1 millones.
Según Simancas, «los presupuestos públicos del Estado dedicaban en 2011 más de 32.500 millones a prestaciones para parados, mientras que en 2015, con casi dos puntos más de paro EPA, la cifra se ha reducido a 25.000 millones». Por ello, «el resultado es que hoy 3,7 millones de parados EPA no reciben prestaciones y la tasa de protección no llega al 28% (27,8%)», ha añadido.
Además, el portavoz socialista ha recordado que los dos programas «estrella» del Gobierno en materia de empleo, la Garantía Juvenil y el Programa de Activación para el Empleo, se han saldado con sendos fracasos. El primero no alcanza los 30.000 inscritos sobre 850.000 beneficiarios potenciales y el segundo apenas llega a alrededor de 50.000 beneficiarios sobre un objetivo que a estas alturas del año el propio ministerio cifraba en 300.000, según Simancas.
«El Gobierno debería festejar menos, derogar de una vez la reforma laboral y dedicar recursos suficientes a mejorar la empleabilidad de nuestros parados y a proporcionar prestaciones dignas a quienes no logran un empleo», ha concluido Simancas.
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