CC.OO. ha acusado al Banco de España de alinearse con el «recetario» del Fondo Monetario Internacional (FMI) para pedir un abaratamiento del despido y subir el IVA, y de tener un «compendio de malas ideas económicas», que demuestran que esta institución ha dejado de ser funcional a los intereses de las sociedad española y necesita una «profunda revisión».
En un comunicado, el sindicato afirma que durante la bonanza económica el Banco de España no evitó que la fuerte inflación monetaria generada por la entrada de grandes cantidades de dinero barato procedentes de Europa terminara provocando una «importante burbuja» de precios en el sector inmobiliario e impulsando un modelo de crecimiento «insostenible», que ha dejado «sobreendeudada y vulnerable» a la economía española y ha puesto al país «a la cabeza de Europa en desempleo, desigualdad y desahucios».
Pero, sin embargo, indica que «no perdió ocasión» para señalar el mal funcionamiento del mercado de trabajo como causa de la elevada inflación y de gran parte de los males de la economía española, a pesar de que su origen, según CC.OO., era «su política de ceguera deliberada». «El Banco de España parecía saberlo todo sobre lo que ocurría en el mercado de trabajo y nada sobre lo que estaba pasando en el sector financiero, que tras el estallido de la burbuja inmobiliaria tuvo que ser rescatado con dinero prestado por Europa», subraya el sindicato.
Para CC.OO., durante la crisis la institución gobernada por Luis María Linde tampoco ha jugado un papel activo en la defensa del interés general y como resultado no se va a recuperar la mayor parte del dinero público puesto por el contribuyente para rescatar a las entidades financieras, el volumen de crédito sigue menguando y el número de entidades se ha reducido más de lo necesario, lo que anuncia servicios financieros más caros para el cliente y la aparición de «bolsas de exclusión financiera».
Por todo ello, afirma que el Banco de España tiene una «responsabilidad directa en la quiebra» del sistema financiero español y, a pesar de ello, una parte de los directivos responsables de la «mala gestión» siguen al frente de este organismo, porque los mecanismos de selección de su gobernador y de la cúpula directiva actuales no han cambiado y no aseguran su capacidad e independencia, y porque se necesitan nuevas normas que impidan la captación de sus directivos por el sector financiero privado.
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