El traslado de la Audiencia Nacional se hará bajo la responsabilidad personalizada de cada uno de sus funcionarios, que serán los encargados de preparar y controlar la mudanza de sus expedientes y documentación a la nueva sede de este órgano judicial, una vez concluidas las obras de su sede de la calle Génova de Madrid. Aunque aún no tiene fecha, se descarta que se realice antes de las vacaciones estivales.
La idea es que cada uno se responsabilice de la clasificación, empaquetado y vigilancia del proceso para que no se produzca ningún incidente o pérdida durante el traslado que llevará a cabo una empresa especializada en un plazo de entre dos y tres semanas.
La Audiencia Nacional quiere evitar a toda costa cualquier incidente en relación con la documentación que custodia cuando todavía resuenan los ecos del revuelo que causó la pérdida de la causa que investigaba el borrado de los ordenadores del extesorero del PP Luis Bárcenas por el Juzgado de Instrucción número 32 de Madrid.
Ese incidente, sucedido el pasado mes de febrero, se solucionó con facilidad al remitir el juzgado número cinco de la Audiencia, dirigido por Pablo Ruz, una `copia testimoniada´ de los documentos que obraban en el juzgado que había archivado este asunto en octubre de 2013 y que aún está pendiente de recurso.
El juzgado madrileño asumió la investigación después de que Ruz considerara que el caso no era de su competencia, tras advertir que la «manipulación» de los datos contenidos en los ordenadores podía constituir un delito de encubrimiento o de daños informáticos. El juez decidió su archivo porque los ordenadores eran propiedad del PP y tampoco se podía estudiar si hubo encubrimiento, porque Bárcenas no ha sido condenado aún por ningún delito.
En este nuevo traslado está previsto que sean los funcionarios los que realicen el empaquetado e identificación de cada uno de los bultos, la ordenación de los mismos, la vigilancia de su embarque en los correspondientes camiones y la recepción en la sede de destino, donde procederán al recuento y comprobación de cada paquete.
Esta es la segunda ocasión en la que la Audiencia Nacional se enfrenta a una mudanza. En septiembre de 2012, juzgados, fiscalía y demás dependencias abandonaron la obsoleta sede de la calle Génova para pasar un mínimo de dos años en destinos provisionales a la espera de su vuelta a un edificio de mayores dimensiones, mejor organizado y provisto de la dotación tecnológica necesaria.
Aquel emblemático edificio fue testigo de imágenes históricas como la entrada del policía José Amedo para declarar sobre la `guerra sucia´ contra ETA o la salida del juez más mediático de la democracia, Baltasar Garzón, cuando fue expulsado de la carrera judicial.
Como en aquella ocasión, la mudanza de los distintos juzgados y secciones está planificada por fases. Los juzgados abandonarán el edificio provisional de la calle Prim. Por orden se irán el número uno, de Santiago Pedraz; el dos, dirigido por Ismael Moreno; y el tres, a cargo de Javier Gómez Bermúdez, que quizá no llegue a trasladarse si finalmente es nombrado por el Gobierno juez de enlace con Francia.
A continuación cambiarán de sede el juzgado de instrucción número cuatro, dirigido por Fernando Andreu; el cinco, que aún está a cargo de Pablo Ruz, que lo ocupa en comisión de servicio, pero que en breve será sustituido por su titular definitivo, José de la Mata. Luego se irá el número seis, que ocupa Eloy Velasco. El orden de traslado de los juzgados podrá verse alterado en función del que esté de guardia en el momento del cambio, que será el último en moverse.
También se trasladarán por separado la Fiscalía, cuyos miembros están diseminados desde hace dos años y medio en dos sedes diferentes por falta de espacio en la calle Prim; la Sala de lo Penal, que consta de cuatro secciones, y Ejecutorias. También cambiarán de sede los Juzgados de Vigilancia Penitenciaria y el de Menores.
Durante este tiempo todos los juicios se celebrarán en la sede de la Audiencia en San Fernando de Henares. La previsión es que muchos de ellos vuelvan a celebrarse en la calle Génova, donde sólo hay una sala preparada para acoger macrojuicios como los que se avecinan sobre los casos `Gürtel´, `Polverino´ o `Púnica´.
La vuelta de la Audiencia Nacional a su sede supondrá también un ahorro para las arcas públicas. En su día el Ministerio de Justicia cifró en 2,5 millones de euros lo que se ahorrará al año en alquiler de las distintas sedes de la Audiencia.
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