El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha adelantado que el Gobierno elevará el mínimo exento en el IRPF de la indemnización por despido, establecido en el anteproyecto de ley de la reforma fiscal en 2.000 euros por año trabajado, lo que equivale a sueldos del entorno de 20.000 euros al año.
Montoro indicó, en declaraciones a Europa Press, que el proyecto de ley de reforma fiscal, que previsiblemente aprobará el Gobierno el 18 de julio para su remisión a las Cortes, establecerá un mínimo exento superior a estos 2.000 euros por año trabajado, con lo que las indemnizaciones por despido exentas del pago del IRPF superarán el 80%.
El ministro afirmó que el mínimo incluido en el anteproyecto de ley era una «propuesta para dialogar y negociar», e incluso llegó a asegurar que el Gobierno ya contaba con que la medida «iba a levantar alguna crítica», después de que los sindicatos y prácticamente todo el arco parlamentario se haya opuesto a la medida.
Montoro defendió que las indemnizaciones por despido deben tributar, como lo hacen en todos los países europeos salvo en Francia, y apuntó que el aumento de la tributación de estas indemnizaciones se aplicará en un contexto en el que se producirán menos despidos por la mejora de la situación económica, por lo que los posibles afectados serán muchos menos. «Vamos a aplicarla en un contexto económico completamente diferente», reiteró.
El titular de Hacienda también quiso dejar claro que el mínimo exento de 2.000 euros por año trabajado afecta únicamente al 20% de las indemnizaciones por despido, que son las «más altas», por lo que el 80% restante no se ven afectados por esta regulación, porcentaje que se elevará toda vez que el Gobierno piensa incrementar este mínimo.
«Tenemos la mejor disposición (de modificar esta medida), ya estamos hablando con los agentes sociales para modificar la propuesta inicial y la modificación irá en línea de elevar los mínimos exentos que hemos propuesto para que los que reciben indemnizaciones muy altas tributen por ellas».
NUEVA TRIBUTACIÓN DESDE EL 20 DE JUNIO
Desde el pasado 20 de junio, cuando el Gobierno anunció el anteproyecto de ley de reforma fiscal, las indemnizaciones por despido tributan, aunque cuentan con un mínimo exento de 2.000 euros por año trabajo, que el Gobierno finalmente elevará, aunque manteniendo el modelo propuesto de establecer una cantidad mínima ‘libre de impuestos’.
Hasta ahora, las indemnizaciones por despido sólo tributaban si superaban el máximo que marca la ley (los 45 días por año trabajado antes de la reforma laboral y los 33 días tras la reforma). Tras la entrada en vigor de la reforma fiscal, todas las indemnizaciones por despido tendrán que tributar, aunque se beneficiarán de este mínimo exento de por año trabajado.
Con la nueva regulación, el Gobierno quiere evitar ciertos abusos que se producía en algunas salidas que se pactaban con indemnizaciones millonarias, en parte exentas de tributación. En su opinión, estas situaciones de «inequidad» deben corregirse para ofrecer más neutralidad al sistema.
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