El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha acusado este lunes a la Comisión Europea de «precipitación» por sus críticas a la reforma fiscal aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy y ha garantizado que «los números van a salir» y que España cumplirá los objetivos de reducción del déficit.
«Todas las opiniones que he oído sobre la reforma fiscal dentro y fuera de España pecan de una cierta precipitación», ha dicho García-Margallo en rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Exteriores de la UE al ser preguntado por las críticas de Bruselas. El Ejecutivo comunitario ha arremetido contra el Gobierno por no haber subido el IVA ni haber rebajado las cotizaciones sociales y ha alertado de que la reforma pone en riesgo el cumplimiento del déficit.
«Yo creo que sería bueno que, antes de emitir una opinión, se conociese la reforma fiscal en su totalidad y se evaluasen las consecuencias de la reforma fiscal. El Gobierno está absolutamente convencido de que los números van a salir», ha sostenido el ministro de Exteriores.
«Es verdad que hay una reducción de tipos, es verdad que hay una ampliación de bases imponibles y es verdad que hay elementos importantes de lucha contra el fraude. Teniendo todas esas circunstancias en cuenta, el Gobierno está seguro de que las cifras van a salir y que vamos a cumplir la senda de déficit que Bruselas nos ha marcado y que nosotros hemos aceptado», ha insistido García-Margallo.
El ministro ha descalificado también los ataques de los grupos de oposición contra la reforma fiscal alegando que se trata de opiniones que «ya estaban enlatadas antes de que la reforma se anunciase». «Hacían juicios muy definitivos, muy firmes, muy sólidos sobre si beneficiaba más a las rentas altas que a las rentas medias y bajas, cuando la evidencia demuestra todo lo contrario», ha lamentado.
«Fueron reacciones que podrían haber servido para una reforma fiscal de un color o de otro, antes o después, modificando unos impuestos u otros. El problema de la política es que todo empieza a ser demasiado previsible y eso le quita mucho encanto», ha concluido García-Margallo.
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