Los últimos datos de la encuesta Familitur han «enfriado» el moderado optimismo en torno al repunte de la demanda turística nacional. La previsión del Instituto de Estudios Turísticos -organismo que elabora este informe- para el conjunto del primer trimestre del año muestra un descenso en los viajes de los españoles. El total habría sido de 29,4 millones, un 4,3% menos que en el mismo periodo del año anterior. Es interesante hacer notar que entre enero y marzo los viajes al extranjero han permanecido estables, cayendo por el contrario los viajes internos.
Estos datos deben matizar en clave positiva, puesto que están influidos por el efecto calendario de la Semana Santa, que en 2013 se celebró en marzo. Es decir, que los datos de abril modificarán previsiblemente la lectura turística del cuatrimestre. De hecho, al ajustra el dato de avance del primer trimestre para descontar el efecto de Semana Santa, el IET ya anticipa un crecimiento del 7,5% sobre el mismo trimestre de 2013.
En estos resultados ajustados se aprecia además que los viajes emisores crecen en mayor medida que los viajes internos, aumentan los viajes de ocio y aquellos para visitar a familiares o amigos, y todos los tipos de alojamiento muestran resultados positivos. La única excepción es la vivienda propia y la alquilada, siendo el crecimiento del alojamiento hotelero superior al del no hotelero.
Marzo
En cuanto al avance de datos correspondiente sólo a marzo, el IET reporta un descenso del 23,5% en los viajes realizados por los españoles respecto al mismo mes del año anterior. En total, en marzo se efectuaron 9,7 millones de viajes. El resultado nuevamente está condicionado por las fechas de celebración de la Semana Santa. Descontando este efecto Semana Santa, el mes de marzo arrojaría un crecimiento sobre marzo de 2013 del 4,1%.
El descenso en el número de viajes en marzo afectó por igual a viajes internos (94% del total) y emisores. Se registran descensos en todos los motivos del viaje, todos los medios de transporte y todos los tipos de alojamiento.
También descontando el efecto de Semana Santa, tanto viajes internos como emisores habrían mostrado similares avances. Distinguiendo por motivo del viaje, habrían aumentado los viajes de ocio y aquellos para visitar a familiares o amigos, y los viajes en los que se utilizó el alojamiento hotelero habrían crecido en mayor medida que aquellos en los que se pernoctó en alojamientos no hoteleros.
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