RRHH Digital Recursos Humanos El presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), Javier González de Lara, ha abogado por la colaboración público-privada para el desarrollo de iniciativas pendientes y ha pedido a las administraciones y a los ciudadanos que tengan «mayor confianza» en el empresario, «facilitándole el acceso y no poniéndole tantas trabas en el camino». De hecho, ha reclamado que no se le vea «de forma sospechosa», ni que se piense que «se incorpora a un proyecto para ganar dinero porque no es así, las rentabilidades suelen ser a plazos muy largos».
«La colaboración público-privada es fundamental para sacar adelante proyectos que ahora mismo están no sólo cuestionados, sino que no son viables económicamente», ha manifestado a Europa Press el representante de la patronal malagueña.
Consciente de que, «hoy por hoy, el sector público no puede acometer las inversiones previstas», ha indicado que «la iniciativa privada está dispuesta a ayudar, siempre bajo unos parámetros de equilibrio y unos criterios lógicos de colaboración leal». Así, se ha ofrecido como responsable de la CEM a buscar inversores que pongan en marcha proyectos que estén paralizados.
COMPETENCIA DESLEAL
«El empresariado lo que quiere es ayudar, cooperar y colaborar, pero también ocupar el espacio que le corresponde», ha apuntado, advirtiendo de que «ha habido mucha competencia desleal por parte del sector público hacia el privado, al realizar actividades que no le correspondían». Para el presidente de la CEM, «la Administración debe centrarse en la prestación de servicios al ciudadano y no en hacer actividades empresariales per se».
González de Lara ha afirmado también que «en muchas ocasiones se ha entendido lo destinado a infraestructuras más como un gasto que como una inversión», lo que ha tachado de «error», en tanto que «las infraestructuras generan una actividad económica y un empleo muy importantes».
Por todo ello, ha demandado a la Administración que «esa colaboración público-privada no sólo sea un término políticamente correcto, sino que se concrete», así como que «facilite el acceso del empresario a esa cooperación y no utilice la inversión de un proyecto como arma arrojadiza desde el punto de vista político».
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