RRHH Digita lDa la impresión de que en el entorno laboral los secretos no se guardan siempre como debieran. Ahora que la nueva ley de protección de datos de la UE está siendo revisada y que se exige que las empresas protejan los datos que tienen de sus empleados y clientes, un nuevo estudio[1] de la compañía de custodia y gestión de la información Iron Mountain muestra que un tercio de los empleados de oficinas europeos (35%) y casi la mitad de los españoles (45%) comparte de forma habitual información confidencial de su empresa con colegas de trabajo. Asimismo, ¼ de los empleados desvela información secreta sobre otros miembros de la plantilla (un 38,6% en España).
En lo más alto de la lista de “indiscretos” españoles están los empleados de recursos humanos y los directivos: un 53,9% del primer grupo y un 49,5% – casi la mitad – del segundo han compartido información confidencial sobre la compañía y un 52,4% y 41,5% respectivamente han desvelado información sobre otros colegas. Los departamentos jurídico, financiero y de ventas también son proclives a divulgar información confidencial: en especial más de un tercio del personal administrativo de estos departamentos comparte datos sobre la empresa que no deberían salir de ella.
Sorprende también que la mayoría de los empleados que quieren saber algo confidencial respecto a la empresa donde trabajan acuden en primer lugar a algún cargo directivo (41,2%), dejando a otros cargos muy atrás en los porcentajes. Para tener las últimas noticias sobre sus colegas, recurrirían como mejores fuentes, al departamento de RRHH en un 31,6% y a las personas que trabajan en administración en un 18,9%, dejando fuera a los profesionales del marketing. Los equipos de ventas están considerados como una mala fuente de chismorreo e información.
“Esta encuesta muestra una correlación preocupante entre los empleados con un mayor acceso a información confidencial y su disposición a compartirla con otros colegas”, comenta Ignacio Chico, Director General de Iron Mountain España. “Las empresas tienen que darse cuenta de que la responsabilidad de la seguridad de la información no debería dejarse en manos de aquellos que gestionan los datos ni de los departamentos de TI. La protección de datos ya no es algo aislado dentro de la empresa: cada uno de los empleados tiene un papel en este asunto.
La seguridad de la información consiste en incorporar una cultura de la responsabilidad de la información en el entorno laboral en cuanto a la protección de los datos y a la gestión efectiva de los documentos en papel. Se trata de reconocer los derechos de privacidad de datos de los empleados, tanto como de proteger la información sobre clientes. El ‘chismorreo’ y un interés personal en nuestros compañeros son inevitables, pero habría que asesorar a las empresas para que desarrollaran e implementaran políticas claras para ayudar a los empleados a discernir qué información se puede compartir y cuál no. Lo que puede parecer una charla casual en la oficina, podría salir fácilmente de la empresa cuando los empleados terminan su jornada laboral”.
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