Recursos Humanos Digital El Informe de Salud Laboral 2001-2010 elaborado por la Universitat de Valencia (UV), Centro de Investigación de Salud Laboral de la Universidad Pompeu Fabra (Cisal) y la Unión de Mutuas, que se ha presentado este martes en la Facultad de Ciencias Sociales de la UV, señala, entre otras cosas, que el desempleo es el «principal problema de salud pública laboral» en España, según ha indicado el investigador del Cisal y coordinador del informe, Fernando Rodrigo.
Rodrigo ha manifestado, en declaraciones a los medios de comunicación antes de presentar el informe, que en estos momentos el ciclo ha cambiado de forma «sustancial» y hay que enfrentarse «a problemas nuevos que no había anteriormente». En esta línea y con un 27 por ciento de desempleo en España, los efectos de éste sobre la salud de las personas desempleadas o que temen perder el trabajo son «tremendos».
El investigador ha indicado que estas personas –desempleados o gente que teme perder su trabajo– sufren cuadros psicofísicos «muy notables». Hay datos que ponen de manifiesto que se han multiplicado las visitas a la atención psiquiátrica, el uso de consumo de psicofármacos, ansiolíticos o tranquilizantes; y que han aumentado determinados hábitos de dependencia del alcohol, al igual que el tabaquismo.
Rodrigo considera que esto configura un cuadro «muy preocupante» en materia de salud pública y tiene su causa en la crisis económica. Otros estudios ponen de manifiesto un aumento de los suicidios, tanto en España, como en Grecia o Gran Bretaña.
El investigador ha apuntado que las prioridades para las empresas y para los distintos gobiernos están «más puestas en los problemas del empleo, que la atención a los problemas de salud relacionados del trabajo». Para el autor del informe, «esto puede hacer que todo lo avanzado esta década –en la que se han reducido los accidentes en materia laboral– pudiera perderse en los próximos años como resultado de la crisis».
«PÉRDIDA DE VITALIDAD PREVENTIVA»
Fernando Rodrigo ha señalado que el «desafío» es mantener los esfuerzo y la salud laboral como una prioridad social «para no retroceder sobre lo avanzado, algo que sería una pena». En esta línea, ha denunciado que en los últimos tiempos «se nota una pérdida de vitalidad de las políticas preventivas y de los esfuerzos por parte de los gobiernos y de las empresas» derivada de las dificultades económicas.
Otras debilidades e insuficiencias que habría que abordar junto con los efectos de la crisis económica y laboral, son los recursos el capítulo de las enfermedades profesionales relacionados con el trabajo, «en España prácticamente no se reconocen, no se detectan y no se previenen», ha lamentado.
Distintos estudios demuestran que en materia de enfermedades profesionales las cifras son «pavorosas y se habla de 15.000 muertes anuales derivadas por daños no reconocidos por el trabajo».
El investigador también ha puesto el acento en las «desigualdades sociales en salud laboral». No hay la misma prevención de riesgos laborales en unos trabajadores que otros «y por ejemplo, los de las pequeñas empresas están más desprotegidos». Además hay desigualdades en función del tipo de contrato, o si son mujeres o inmigrantes.
El informe pretende hacer una evaluación del estado de la salud laboral en España en la última década y ver los efectos de la crisis sobre ella. El estudio abarca la salud laboral en los años de mayor crecimiento económico y de empleo hasta 2007, y comienza a estudiar los efectos de la crisis con el aumento del desempleo sobre la salud laboral y las políticas preventivas.
CONCLUSIONES
El estudio permite extraer algunas conclusiones al analizar dos ciclos diferente, uno de bonanza económica y laboral, con el inicio de la crisis en 2007. Durante el mayor crecimiento económico de los últimos 30 años en España se ha logrado reducir de forma «muy sustancial» los daños por accidente de trabajo, tanto los de carácter mortal como el resto.
En estos momentos, España está al mismo nivel de tasas por accidente por trabajo que los países más avanzados de la UE, «tras venir de una cifra en la que se triplicaban estas tasas», ha recordado. «En el periodo de crisis también se ha mantenido el descenso de accidentes», ha agregado.
La segunda conclusión es que a lo largo de la década se han consolidado las políticas preventivas y ha aumentado «mucho» los recursos destinados a la prevención (públicos y privados). Además ha habido un «grandísimo incremento» en la preocupación sobre los recursos que por parte de los agentes sociales se ha dedicado a la prevención.
Por su parte, el responsable de I+D+i de Unión de Mutuas, Javier Murcia, ha señalado que la percepción de los trabajadores ha crecido «de forma negativa» sobre la salud en su puesto de trabajo. «Hay una problemática de fondo que tiene que ver con los riesgos a los que se ve expuesto en el trabajo y que son de origen psicosocial como el estrés o similares», ha finalizado.
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