2013 será el peor año de la crisis para la industria del automóvil en Europa

RRHH Digital La industria europea es cada día menos relevante en el sector mundial del automóvil. Según Roland Berger, la crisis aún afecta a los consumidores y las previsiones indican que, a pesar de llevar cinco años de constante retroceso, 2013 será el año más duro para la industria de la automoción: sólo 12,8 millones de vehículos se venderán en Europa, una cifra que representa al 15,6% de las ventas totales en el mundo, datos preocupantes si se tiene en cuenta que en 2007 la producción y venta del sector europeo correspondía al 25% del total. Esta decadencia de Europa Occidental deja, además, 75.000
empleos del sector automovilístico en peligro durante los próximos cuatro años.

El retroceso de Europa en el mercado ha dejado un espacio libre que ocupan países como China, cuyo crecimiento en esta industria se mantiene regularmente en torno al 10% en los últimos años. Las previsiones del mercado chino arrojan que en 2016 alcanzará un 27% de la producción y venta mundial de vehículos. En 2013, se espera que cuente con una cuota de
mercado del 25%.

Estos datos obligan a una reestructuración profunda del mercado en Europa. Según el informe de Roland Berger “Remodelando Europa”, la supervivencia de la industria del automóvil europea pasa por una estricta reducción de costes y una optimización de sus servicios, de forma que se reduzca el umbral de rentabilidad y se incremente la eficiencia de la empresa.

Europa, cada vez menos relevante

Según Roland Berger, si bien el margen del resultado de explotación en la industria del automóvil europea seguirá siendo positivo en los próximos años, la industria europea experimenta año tras año una bajada de EBIT que lastra los datos a nivel mundial. Mientras en países como Corea del Sur o China, este indicador se mueve entre un 9-10%, en Europa, la
cifra desciende al 5%.

La preocupación por el bajo volumen de mercado, la volatilidad de la demanda, la creciente competencia, la exigente legislación, la inflación en los costes de la energía, la falta de inversores o los altos costes de la industria, han hecho que los principales fabricantes se replanteen su presencia en territorio europeo. La relocalización de sus sedes y el traslado a los
países emergentes, donde la mano de obra es más barata, es sólo una de las medidas que están tomando estos fabricantes (Original Equipment Manufacturer). Además, este movimiento supondría el traslado de la infraestructura de I+D a estas nuevas sedes y la reducción de plantillas en Europa, en consonancia con la bajada de la producción en esta región.

Claves para detener el desplome

La supervivencia del sector del automóvil en Europa pasa por una profunda reestructuración de las bases empresariales de esta industria. El primer paso es una reducción de costes. Además de una optimización del uso de la energía, del almacenamiento de stocks – cuyo mantenimiento es excesivo hoy en día -, concretar los objetivos de I+D, logística, costes de personal, así como mejorar la gestión son reestructuraciones necesarias para la viabilidad del sector. Con una correcta hoja de ruta, un recorte en estas áreas puede ser una buena estrategia para la industria del automóvil europea. Por otro lado, la mejora de la eficiencia es crucial para la sostenibilidad de la empresa. Todo ello puede contribuir a salvar el decadente sector del automóvil en Europa.