Esta mañana se ha presentado la 19ª edición del Informe Brecha salarial y presencia de la mujer en puestos directivos 2025, elaborado por ICSA Grupo en colaboración de EADA Business School, y contando con más de 80.000 datos salariales actualizados a febrero de 2025.
La principal conclusión del estudio muestra que la presencia femenina en la dirección ha aumentado un 1,3% respecto al 2024, recuperando el nivel de 2022. En contraposición, la brecha salarial en los niveles directivos ha empeorado en este último año rompiendo la tendencia de siete años consecutivos de disminución.
Actualmente, la retribución media de un directivo es de 95.541 euros brutos anuales, mientras que las directivas alcanzan los 84.647 euros brutos anuales, un 12,9% de diferencia entre ambos perfiles, lo que implica un aumento de la brecha del 1,7% respecto al 2024. Este dato muestra un cambio de tendencia, ya que desde el año 2017 la brecha había disminuido.
«A pesar de los avances en la presencia femenina en puestos de liderazgo, persisten barreras en sectores históricamente masculinizados y en la alta dirección en general. La segregación ocupacional y la penalización por flexibilidad continúan restringiendo el acceso de las mujeres a estos espacios, limitando no solo su ascenso, sino también su permanencia», comenta la investigadora y profesora de EADA Business School, Aline Masuda. «Si aspiramos a una verdadera equidad, no basta con aumentar el número de mujeres en posiciones de poder; es imprescindible transformar las estructuras laborales para garantizar que su acceso y desarrollo profesional no impliquen una penalización salarial ni concesiones injustas», concluye Masuda.
«Es tiempo de cambiar las medidas empleadas. Una brecha salarial del 12,9% y una presencia de mujeres del 16.9% en posiciones de dirección, demuestran una evolución poco consolidada en el sistema laboral español en relación con la igualdad salarial», expone la ingeniera industrial y socia-directora del área de consultoría de ICSA grupo, Indry Canchila. «El desafío existe y el cambio tiene que venir acompañado de otras estrategias retributivas que equiparen rápidamente el sistema, con un rediseño de los puestos de trabajo y un freno a la continua masculinización de la empresa. Debemos orientarnos hacia un sistema inteligente que impacte tanto en el tejido empresarial como en la consciencia de los individuos para que se geste un cambio de rumbo real y sostenible en el tiempo», resalta Canchila.
Considerando la presencia por tipologías de dirección, el estudio revela que solo un 9,2% de las mujeres en España logran acceder a puestos de dirección general, una cifra que refleja la persistente falta de presencia femenina en los niveles más altos de liderazgo empresarial. Sin embargo, en algunas áreas específicas, la presencia femenina es notablemente mayor. Es el caso de la dirección de comunicación, donde las mujeres ocupan el 40,9% de los cargos, seguida de la dirección de recursos humanos (34,6%) y la dirección de marketing (32,5%). En contraste, posiciones directivas tradicionalmente masculinas, como la dirección de producción (5,8%) y la dirección TIC (5,1%), siguen presentando una marcada disparidad de género.
En cuanto a los sectores con mayor representación femenina, el sector Servicios encabeza la lista con un 17,7%, seguido de Sanidad y Servicios Asistenciales con un 16,81%. Cabe destacar el crecimiento de la presencia femenina en la industria manufacturera, que ha experimentado un aumento superior al 7% con respecto a 2024, alcanzando así un 12,39%.