En un mundo donde la agilidad, la adaptación y la innovación son esenciales, la polivalencia se vuelve clave para la sostenibilidad y competitividad industrial. Pero ¿qué implica realmente? ¿Cuáles son sus beneficios y desafíos? Y, sobre todo, ¿cómo pueden implementarla las empresas?
BICG, spin off del Instituto Fraunhofer y líder experto en materia de formas de trabajar y experiencia de empleado, ha realizado un estudio con industrias españolas titulado «Flexibilidad en el entorno industrial: Polivalencia y Gestión de Turnos», analizando prácticas, desafíos y oportunidades. A continuación, los principales hallazgos y recomendaciones.
La polivalencia: un pilar estratégico
Generalmente, la polivalencia se asocia con la capacidad de los trabajadores para desempeñar múltiples funciones. Sin embargo, el estudio de BICG destaca que también requiere de una organización capaz de vehiculizar procesos, proveer recursos y establecer modelos de formación.
Las empresas que integran la polivalencia estratégicamente logran:
- Mayor agilidad organizativa, con equipos versátiles adaptables a distintas funciones.
- Eficiencia operativa, optimizando recursos y reduciendo el impacto de ausencias
- Adaptación al mercado, permitiendo respuestas rápidas a fluctuaciones en demanda y producción.
Para maximizar sus beneficios y mitigar desafíos, la polivalencia requiere un enfoque estructurado.
Beneficios de la polivalencia
Las empresas que la han implementado destacan:
- Mayor eficiencia y productividad: El 28% afirma que contar con perfiles polivalentes permite operar de manera más eficiente. Otro 28% plantea que disponer de una plantilla más eficiente reduce los tiempos de inactividad.
- Adaptabilidad a nuevos escenarios: El 23% indica que facilita la adaptación a cambios del mercado, producción y tecnología.
- Reducción de riesgos y costos operativos: El 15% afirmó que pueden cubrir mejor las ausencias inesperadas y evita máquinas paradas por falta de personal capacitado.
- Desarrollo profesional: El 31% considera que diversificar roles enriquece profesionalmente a los trabajadores.
Estos beneficios también contribuyen a la atracción y retención de talento en un mercado con escasez de perfiles cualificados.
Desafíos de la Implementación
A pesar de sus ventajas, las empresas enfrentan retos como:
- Falta de formación adecuada: La mayoría de las empresas posee una estrategia de formación, pero en general, estos planes no son estructurados y no garantizan una cobertura homogénea para todas las personas, dejando parte del aprendizaje delegado a la experiencia individual.
- Resistencia al cambio: Sin inversión en formación y gestión del cambio, los empleados pueden ver la implementación de la polivalencia como una carga adicional o una amenaza a la especialización.
- Dificultades en la planificación de recursos: Asignar turnos y tareas se vuelve más complejo. Requiere de cambios en el modelo de trabajo y desarrollo de habilidades específicas por parte de líderes.
- Incremento de costes: Aunque optimiza la operación a largo plazo, requiere inversión inicial en capacitación.
Claves para una Implementación Exitosa
Para maximizar sus beneficios, BICG recomienda un enfoque basado en 8 pilares, entre ellos destacan:
- Programas de formación escalables
La polivalencia no puede depender de la disposición individual de los trabajadores, sino que requiere una estrategia estructurada de formación e implementación. El diseño debe incluir:
- Aprendizaje en el puesto: Desarrollo de habilidades a través de la experiencia directa.
- Mentorías: Acompañamiento por parte de expertos internos.
- Capacitación formal: Programas estructurados para el desarrollo de competencias.
El uso de matrices de polivalencia ayuda a identificar habilidades clave y planificar el desarrollo profesional, convirtiendo la polivalencia en un motor de crecimiento.
- Optimización de la planificación de recursos
Para evitar sobrecarga laboral, es clave equilibrar flexibilidad y eficiencia operativa. Se recomienda:
- Desarrollo de habilidades de planificación en lideres.
- Implementación de metodologías agiles
- Planificación basada en datos
Esto permite asignar inteligentemente los recursos, consolidando la polivalencia como una ventaja competitiva.
- Gestión del cambio y comunicación
La polivalencia no es solo reorganizar tareas, sino transformar la cultura organizacional. Para lograrlo, es fundamental:
- Un proceso estructurado de cambio que anticipe resistencias.
- Comunicación clara y constante sobre los beneficios individuales y organizacionales.
Sin una comunicación efectiva, incluso la mejor estrategia puede fracasar. En cambio, una narrativa alineada con los valores de la empresa facilita la adaptación y el compromiso del talento.
Conclusión
La polivalencia no es solo una estrategia operativa, sino un elemento clave para el futuro de la industria. Su implantación de manera estructurada aporta eficiencia y adaptabilidad a la industria, al mismo tiempo que refuerza el compromiso de las personas, fortaleciendo la competitividad de ambos en un entorno cada vez más exigente.