La startup Hrider celebra hoy su octavo aniversario estrenando sus dos recientes contratos en empresas de Brasil y Alemania, dos mercados donde aún no tenía presencia y que se unen a los 25 países donde ya está trabajando. Las perspectivas de la tecnológica malagueña para este año son muy buenas y sigue fiel a su filosofía de financiarse exclusivamente con fondos propios y sin inversión externa. En estos 8 años ha conseguido convertirse en la firma de su sector en todo el mundo que mayor expansión ha tenido en el mercado de habla hispana, trabajando con más de 700 compañías de todo el planeta y gestionando en su plataforma más de 500.000 trabajadores. En 2024 creció cerca del 30% en facturación respecto a 2023 y encadena ya varios años haciéndolo a un ritmo de doble dígito.
Hrider nació con el objetivo de democratizar la gestión de los Recursos Humanos y hacer que empresas de cualquier tamaño (entre 10 y 5.000 empleados) pudieran incorporar procesos de mejora continua que hasta entonces sólo estaban al alcance de grandes multinacionales. Su solución tecnológica está especializada en medir y gestionar el talento de organizaciones y empresas que apuestan por la innovación. Su software integra People Analytics avanzado e Inteligencia Artificial. Está especializado en el diagnóstico y desarrollo del talento e impulsa el desarrollo de las personas y agiliza la evaluación de objetivos y desempeño, el feedback 360º y las mediciones de clima y cultura para empresas de mediano y gran tamaño.
En su primer año de vida, Hrider consiguió como clientes a compañías en 5 países, de muchos sectores distintos como Thyssenkrupp, Viajes El Corte Inglés o Unicef. Al año siguiente, en 2018, alcanzó un volumen total de clientes de 200 compañías en 8 países. En 2019 su cartera de clientes ascendió a 260 compañías en 10 países, aumentó su plantilla por encima de los 10 empleados y se unieron empresas como Admiral, Fundación ESADE, Manos Unidas o Mr. Wonderful. Durante los años de la pandemia, Hrider apostó por su equipo y no hizo ningún ERE o ERTE, y logró seguir creciendo en un mercado que decidió apostar por plataformas digitales ágiles que facilitaban la gestión remota de empleados para organizaciones de cualquier tamaño. La plantilla actual de Hrider está en 25 trabajadores (en 2023 se duplicó pasando de 10 a 20 empleados).
“Hemos conseguido crear un nuevo segmento de mercado: una solución especializada frente a alternativas generalistas que no resuelven el aspecto más estratégico de la función de los Recursos Humanos: la gestión del talento de sus equipos”, resalta la product manager de Hrider, Rocío Valenzuela, que añade: “Nuestro propósito siempre ha sido lograr compañías con personas más felices dotándolas de tecnología de nueva generación que aplica el cálculo matemático para descubrir el potencial de sus empleados y convertirlas organizaciones más eficientes. Con nuestra plataforma de People Analytics en la nube, disponible para empresas de cualquier tamaño, logramos dar el poder a los profesionales de los Recursos Humanos y poner en el centro de la toma de decisiones a las personas”.
Daniel del Río, CEO y tech lead, explica que la filosofía siempre ha sido crear una herramienta humanista frente a una de control. Y explica que el éxito de Hrider se debe a que, desde sus orígenes, ha estado siempre centrada en el producto, en conseguir la mejor solución posible para las empresas, cien por cien adaptable a cada caso y muy fácil de usar.
El crecimiento de Hrider siempre ha sido con recursos propios o mediante el sistema de ‘bootstrapping’, sin acudir nunca a inversores externos o rondas de financiación y reinvirtiendo los beneficios en fortalecer a la compañía.
“Siempre hemos mantenido la misma filosofía de empresa durante todos estos años, sin excepción durante la pandemia: nuestro equipo trabaja con un propósito compartido y todos saben cómo su aportación al crecimiento es clave. Por ello, repartimos parte de los beneficios entre nuestros empleados y ponemos en práctica un plan intensivo de promoción y reconocimiento interno”, concluye Daniel del Río.