Reducir las emisiones de carbono en España sigue siendo un reto importante. Para lograrlo, se requiere el compromiso de gobiernos e instituciones, pero los ciudadanos también podemos contribuir de forma notable a lograr este objetivo, con acciones y cambios en nuestro estilo de vida que pueden ayudarnos a lograr un entorno más sostenible.
Así lo demuestran los datos obtenidos en España por el Proyecto EU 1,5º Lifestyles, coordinado por la Universidad de Munster y liderado por la Universidad de A Coruña en España. El estudio se centra en hábitos y aspectos sociales y culturales que pueden modificarse en aras de una mayor sostenibilidad, analizando los puntos fuertes y débiles de cada país.
Por ejemplo, dejar de utilizar el coche privado para desplazarse al trabajo en favor de los trayectos a pie, en bicicleta, en transporte público o en vehículos eléctricos podría reducir las emisiones de carbono hasta en un 40% en nuestro país. En cuanto al transporte para actividades de ocio, como ir al cine, a conciertos o restaurantes, estos cambios en los hábitos podrían suponer una reducción del 20% de las emisiones.
En materia de vivienda, la aplicación de medidas como la instalación de bombas de calor o calderas de biomasa podría reducir las emisiones en un 15%, a lo que se sumaría el efecto positivo que ya está teniendo la integración de energías renovables.
Por otra parte, adoptar una dieta vegana o reducir significativamente el consumo de alimentos de origen animal podría reducir las emisiones hasta un 10%. También en el ámbito de la alimentación, España obtiene muy buenos resultados en cuanto al desperdicio de alimentos, ya que cada persona genera 30 kg al año, una de las tasas más bajas entre los países incluidos en el proyecto.
Por último, a través de la investigación del proyecto, se detectaron algunos retos en el aspecto emocional. La frustración que genera aspirar a una mayor sostenibilidad, pero toparse con barreras inamovibles o estructurales, combinada con la poca comprensión por parte de los círculos sociales, constituyen fuertes desafíos emocionales. En este sentido, cerca del 65% de los participantes españoles en el estudio han declarado sentir la denominada eco-ansiedad, mientras que el 50% detecta falta de comprensión en su entorno.
Obstáculos para el cambio en España
Si nos fijamos en lo que funciona en España, los ciudadanos están dispuestos a adoptar medidas como el teletrabajo para reducir las emisiones de los desplazamientos, disminuir el consumo de calefacción doméstica para ahorrar energía, reducir el desperdicio de alimentos y elegir agua del grifo en lugar de agua embotellada. Sin embargo, las medidas que requieren cambios culturales más profundos, como la adopción de una dieta vegana o la reducción del tamaño de las viviendas, se consideran menos alcanzables sin esfuerzos educativos específicos ni un sólido apoyo político.
Llamamiento a la acción colectiva
El Proyecto de Estilos de Vida 1,5° de la UE destaca las siguientes acciones prioritarias para España:
- Fomentar la disminución del uso del automóvil privado en favor de los desplazamientos a pie, en bicicleta, en transporte público y en vehículos eléctricos.
- La implantación de bombas de calor y calderas de biomasa para el aislamiento y lograr viviendas más sostenibles.
- También los cambios en la dieta, sustituyendo productos de origen animal por opciones veganas, tendrán un impacto significativo en la huella de carbono de los hogares en España.
Alcanzar juntos el objetivo de 1,5 °C
Según Adina Dumitru, coordinadora del equipo español del proyecto, profesora de Psicología de la Universidad de A Coruña (España), presidenta de la Asociación Internacional de Estudios Persona-Medio Ambiente (IAPS), y miembro del Comité Científico de la Agencia Europea de Medio Ambiente: «Los resultados dejan claro que alcanzar el objetivo de 1,5 °C no es sólo una cuestión de acción individual, sino que requiere una transformación sistémica. España debe combinar sus buenos hábitos en cuanto al desperdicio alimentario o la apertura hacia la adopción del teletrabajo con cambios significativos en el estilo de vida en cuanto a soluciones modernas de vivienda y transporte para ayudar a Europa en su camino hacia una mayor sostenibilidad. En este sentido, el equilibrio de España entre el crecimiento del PIB, la justicia eco–social y los retos medioambientales será muy importante».