Con motivo del Día Internacional de la Mujer, Morgan Philips Group, firma internacional de RRHH, ha organizado una nueva edición de su tradicional encuentro con mujeres directivas, combinando el talento con una actividad creativa. En esta ocasión, bajo el título «El arte de florecer», 14 destacadas líderes de la industria han participado en un exclusivo taller floral donde la flor ha servido como metáfora del crecimiento profesional y la evolución del talento, ya que, tal y como explican desde Morgan Philips, «Para que crezcan las plantas hay que cuidarlas. Para que crezca una empresa, hay que cuidar el talento». A través de la metáfora de la flor, las participantes exploraron su potencial, desataron su creatividad y reflexionaron sobre su propósito como líderes, en una jornada que combinó arte, networking y reflexión sobre el talento y la diversidad en el mundo empresarial.
La flor como metáfora del talento
Al igual que una flor necesita ciertas condiciones para crecer y prosperar, el talento dentro de una organización también requiere atención, cuidado y el ambiente adecuado para florecer. Este fue el hilo conductor del taller, que se estructuró en tres módulos inspiradores, cada uno centrado en una lección clave que las flores nos enseñan sobre el desarrollo del talento. Ha estado moderado por moderado por Lorena García Calvo, Directora en Morgan Philips y Alba Herreras Directora, Morgan Philips Specialist Recruitment.
1. Las flores crecen en el entorno adecuado
Cada especie de flor tiene sus propias necesidades: algunas prefieren el sol, otras la sombra, unas requieren suelos ricos en nutrientes, otras prosperan en condiciones más áridas. Del mismo modo, el talento en las organizaciones necesita un entorno que lo nutra. Un lugar donde la comunicación fluya, se valore la creatividad y los empleados se sientan respaldados y motivados para crecer.
Durante el primer módulo, «La semilla del potencial», las participantes reflexionaron sobre cómo crear ese ambiente propicio en sus empresas. «Con la llegada de las nuevas generaciones, estamos en un proceso de reactivar y comunicar los valores y cultura de la empresa», compartió Raquel Arenal, Directora de Talento en MAPFRE. Por su parte, Florcy Jiménez de BMI Group añadió: «El verdadero reto no es definir la cultura, sino cambiarla», destacando la importancia de adaptarse a los nuevos tiempos sin perder la esencia.
2. Las flores requieren tiempo para crecer
No podemos esperar que una flor florezca de la noche a la mañana. Requiere tiempo, paciencia y dedicación. De igual manera, el talento de nuestros colaboradores necesita tiempo para desarrollarse. No basta con contratar a las personas adecuadas; debemos invertir en su formación continua, guiarlas y apoyarlas en su crecimiento.
En el segundo módulo, Ana Luna Romero de KPMG compartió: «En KPMG buscamos reconocer el valor de cada empleado», subrayando la importancia de valorar y nutrir el talento individual.
3. Las flores son diversas
Así como no todas las flores son iguales, tampoco lo es el talento. En una organización, encontrar la diversidad de habilidades, perspectivas y estilos de trabajo es esencial. La diversidad en el talento fortalece a la empresa, la hace más flexible, innovadora y capaz de enfrentar los retos con una visión más amplia.
En el último módulo, «Reflexiones y conclusiones», las participantes compartieron sus creaciones y reflexionaron sobre cómo estas se conectaban con su propósito dentro de sus organizaciones. «La cultura no se impone, es el ADN de la empresa», señaló Marta Plaza de Thales Alenia Space, destacando la importancia de construir una identidad corporativa sólida pero flexible. Patricia de Blas de VASS añadió: «La cultura es difícil, es un idioma. Si bien como idioma cada país es diferente, aplicado a las empresas la compañía debe tener unas bases de trabajo consensuadas que se apliquen a todos».
Finalmente, durante la «Creación del arreglo floral», las participantes, guiadas por una experta en arte floral, diseñaron arreglos que simbolizaban la armonía y el equilibrio en sus equipos. Todas coincidieron en la importancia de fomentar la diversidad y la inclusión, así como en la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos sin perder de vista los valores fundamentales de cada organización. De hecho, pudimos escucharlas comparar su trabajo en el departamento de RRHH con las flores que tenían entre manos.
Las participantes de este año, todas ellas referentes en la gestión de talento y liderazgo en sus respectivas compañías, han sido:
- Florcy Jiménez, HR Director de BMI Group
- Mayte Serrano, Directora de RRHH de AICOX Soluciones
- Irene Sabaté, Chief People Officer de Grosso Napoletano
- Ana Luna Romero, Head of Learning and Development en KPMG
- Lucía Puig Peñaver, Directora HR Talent & Engagement de Deoleo
- Laura Sánchez González, Head of Talento Ferrovial Energía
- Patricia de Blas, Chief People Officer de VASS
- Marta Plaza, HR Director de Thales Alenia Space
- Esther Delgado, People and Communication Director de KONE
- Vanessa Comendador, SVP, Global HR en Onum
- Raquel Arenal, Directora de Talento en Mapfre
- Mónica Zai, People Director en The Heineken Company
- Elena Sánchez Limón, Head of HR en OHLA
Morgan Philips, con este tipo de iniciativas, refuerza su compromiso con la diversidad y el liderazgo femenino, ofreciendo a las directivas un espacio de inspiración y conexión donde compartir experiencias y fortalecer su desarrollo profesional. «El arte de florecer» no solo ha sido un ejercicio creativo, sino también una valiosa lección sobre la importancia de nutrir el talento y permitir que cada profesional alcance su máximo potencial dentro de su organización.
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