En España, la movilidad corporativa, aquella que incluye los desplazamientos hacia y desde el trabajo, es causante de una cantidad importante de emisiones de gases de efecto invernadero. Los últimos datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico recolectados en 2022 apuntan que el sector transporte emitió 90,46 millones de toneladas de CO2 y que, de ese total, el 28,4% vienen del transporte por carretera.
Datos del INE de ese mismo año concluían que el 60% de los desplazamientos al trabajo en nuestro país se realizan en coche privado, siendo 14,1 millones de personas, aproximadamente, las que utilizan este medio diariamente. Teniendo en cuenta estos datos y que el trabajo presencial está volviendo a ser norma, las empresas tienen la responsabilidad de reducir la huella de carbono de sus empleados.
Además, el compromiso de incluir estrategias de movilidad que reduzcan las emisiones de CO2 será obligatorio para grandes empresas, ya que el Anteproyecto de Ley de Movilidad Sostenible aprobado en 2024 les obliga a desarrollar planes en esta dirección. La mediana empresa, de momento, está exenta de cumplimiento, pero sumarse a estas iniciativas es una preparación para su salto hacia la gran empresa y para un futuro que, a medio plazo, estará regido por más políticas sostenibles.
4 beneficios de aplicar una movilidad sostenible
- Reducción de costes y más transparencia. Muchas empresas saben que optar por coches eléctricos o híbridos disminuye el gasto en combustible e implica menos costes de mantenimiento. Sin embargo, pocas están familiarizadas con las plataformas de gestión de transporte. Existen tecnologías en el mercado, como las que propone la española Celering, capaces de recopilar y analizar datos de manera eficiente para prevenir gastos innecesarios asociados al transporte corporativo. Incorporándolas no solo logran más eficiencia, sino que consiguen más transparencia, un aspecto crucial para los cumplimientos normativos, que requieren un informe detallado de la gestión financiera y el transporte.
- Mejora en el bienestar de los empleados. Los desplazamientos al lugar de trabajo en coche privado pueden ser motivo de estrés para los trabajadores, ya que además de enfrentarse a imprevistos relacionados con averías, los atascos son frecuentes, desgastando la salud mental del empleado. La movilidad compartida es una buena opción para la mediana empresa porque reduce el cansancio y la fatiga de sus empleados y supone una alternativa para aquellos que no tienen coche propio. Además, contribuye a reducir los atascos y genera una cultura empresarial positiva.
- Mayor accesibilidad. Los últimos datos de ANFAC (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones), señalan que España tiene uno de los parques automovilísticos más envejecidos de Europa, con uno de cada tres vehículos superando los 15 años de antigüedad. Esto puede suponer un problema de accesibilidad para aquellos empleados que necesitan entrar en zonas de bajas emisiones para llegar a su trabajo. En este caso, la movilidad sostenible es una buena solución y más teniendo en cuenta que para este 2025 la DGT tiene previsto actualizar el sistema de etiquetas ambientales.
- Impacto positivo en la sociedad. Las estrategias de movilidad sostenible van mucho más allá de incorporar vehículos de bajas emisiones. Programas de transporte compartido, facilitar el acceso al transporte público o, incluso, fomentar el teletrabajo y los horarios flexibles forman parte de ellas. Con estas acciones, que entroncan directamente con los criterios ESG (Environmental, Social, and Governance) que rigen las responsabilidades corporativas actuales, las medianas empresas no solo benefician a sus empleados, también a las comunidades locales, que perciben un mayor cuidado del entorno.
En el panorama empresarial actual, las estrategias de movilidad sostenible se han convertido en pilares fundamentales para aquellas compañías que quieren liderar el cambio hacia un futuro más verde. Las medianas empresas adquieren una gran responsabilidad en esta materia al componer gran parte del tejido empresarial español. Por eso, deben aliarse con tecnologías, como las que propone la española Celering, especialista en la gestión de flotas sostenibles, que les permita adoptar un transporte corporativo capaz de generar un impacto positivo tanto en su empresa como en la sociedad.