Las empresas se enfrentan al reto de adaptarse a la jornada reducida de 37,5 horas semanales sin perder productividad. Sin embargo, ¿cómo pueden las organizaciones adaptar sus estructuras de trabajo y liderazgo para mantener buenos resultados con este nuevo modelo?
Carme Castro, CEO de Kainova y experta en estrategias innovadoras de talento, propone un enfoque de liderazgo disruptivo, basado en una visión con propósito, colectiva e innovación constante. Este estilo de liderazgo es esencial para asegurar la competitividad en un entorno empresarial cada vez más dinámico. “El éxito llega cuando el talento se alinea con una visión clara y un propósito común. La clave es transformar el cambio en una oportunidad para innovar y mejorar el rendimiento empresarial», afirma Castro.
Equipos disruptivos que rinden como si el año tuviese 13 meses
En un contexto en el que las empresas deben reinventarse desde su estrategia hasta su operativa, Castro subraya la importancia de acompañar al equipo humano en este proceso de transformación. “Es necesario adoptar un cambio radical de 180 grados para convertirnos en empresas ágiles, flexibles y resilientes, capaces de abordar con éxito cualquier desafío”.
En Kainova, tras años de investigación y desarrollo, se creó y patentó el método K180®, basado en dos conceptos clave: empresa líquida y liderazgo disruptivo. Este modelo, que ha demostrado aumentar la productividad en al menos un 20%, promete transformar equipos, mejorando tanto el bienestar de los empleados como la rentabilidad de las empresas. Según sus resultados, esto se traduce en 160 horas adicionales por profesional al año. “Si la jornada laboral de 37,5 horas se implementa, tu empresa estará lista y no tendrá problemas con la nueva legislación. Y si no, contarás con una ventaja competitiva sobre aquellos que no hayan logrado mejorar su productividad y eficiencia», concluye Castro.
Menos horas, más impacto: la clave de la productividad
Este tipo de liderazgo construye equipos autónomos que mantienen la productividad, incluso en entornos laborales con menor carga horaria. Los líderes disruptivos son capaces de anticipar tendencias, identificar oportunidades invisibles para otros y comunicar con claridad, inspirando el desarrollo constante en sus equipos. En definitiva, preparan a las organizaciones para afrontar desafíos con agilidad y propósito, como esta iniciativa para reducir la jornada.
Además, la reducción de horas no solo mejora las condiciones laborales, sino que también incrementa la remuneración de los empleados, gracias a una mayor eficiencia y productividad derivada de una jornada laboral más compacta. Según datos de RANDSTAD y recogidos por Kainova, implementar la jornada reducida podría contribuir a equilibrar la vida personal y laboral de los empleados, a la par que mejora su poder adquisitivo y aumenta la productividad, al reducir el estrés y la fatiga.