Estas habilidades humanas, que bien entrenadas se convierten en una especie de superpoderes, han pasado de ser un complemento deseable a convertirse en una necesidad crítica para enfrentar los retos diarios.
En BeLiquid, con más de 300 reuniones al año con responsables de formación, RRHH y cultura, han detectado algo claro: la formación en habilidades técnicas ya no domina el mercado. Las Power Skills no solo se han igualado en importancia, sino que empiezan a superarlas. Algunas razones clave:
- La velocidad del cambio: Da vértigo pensar que términos como VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo) y BANI (frágil, ansioso, no lineal e incomprensible) ya suenan a “viejo”. ¿Qué viene ahora? Quién sabe, pero algo está claro: la única certeza es que todo va a volver a cambiar pronto y de manera radical. En este contexto, no se trata solo de hacer tareas rápido o bien, sino de tener la flexibilidad para adaptarse antes de que el mercado te saque del juego. Las Power Skills como la gestión emocional, la capacidad de aprender continuamente y la colaboración son las herramientas que nos permiten navegar en esta incertidumbre diaria.
- La sobrecarga emocional: No es solo la velocidad del cambio, es el impacto emocional que tiene en las personas. La incertidumbre, el estrés y los conflictos afectan directamente a los equipos. Y no, no estamos hablando de productividad; estamos hablando de mantener a las personas conectadas, comprometidas y, sobre todo, motivadas. Las empresas ya no buscan simplemente “cumplir con el trabajo”, sino que sus equipos se sientan unidos, apoyados y en un entorno donde quieran crecer. Sin estas habilidades, las empresas están destinadas a fracturarse desde dentro.
- La revolución de la IA: No, la IA no nos va a reemplazar, pero sí nos está obligando a replantearnos qué es lo que nos hace humanos. Puede automatizar procesos, pero no puede inspirar, conectar o tomar decisiones complejas basadas en emociones. Es una paradoja interesante: cuanto más avanza la tecnología, más importante se vuelve nuestra capacidad para ser humanos. Las empresas que entienden esto están invirtiendo en habilidades que complementen la tecnología con creatividad, empatía y una capacidad única para construir relaciones significativas.
¿Qué habilidades están marcando la diferencia?
Lo que ha observado BeLiquid este año confirma que hay un conjunto de habilidades humanas que se están llevando toda la atención en las formaciones empresariales:
- Comunicación con impacto: No basta con hablar bien; hay que ser capaz de inspirar y emocionar para crear recuerdo.
- Gestión del cambio: Aprender a transformar la resistencia y el miedo en entusiasmo y a liderar procesos de adaptación con confianza.
- Colaboración: Crear entornos donde las personas se entiendan y trabajen juntas hacia objetivos comunes. Y además lo hagan unidas, en un clima de confianza, y en un espacio que permita el desarrollo individual y la innovación.
- Resolución de conflictos: Dominar técnicas de resolución de conflictos y negociación para abordar tensiones de manera constructiva, fomentando soluciones en lugar de divisiones.
- Capacidad de influencia: Inspirar a otros para que den lo mejor de sí mismos y contribuyan a un propósito compartido.
¿Qué nos depara el futuro?
2025 promete llevar esta tendencia todavía más lejos. Las Power Skills se están consolidando como el núcleo de las estrategias formativas de las empresas que quieren liderar en sus mercados.
Desde BeLiquid han comprobado cómo estas habilidades están dejando de ser una “opción” para convertirse en una exigencia básica. Las empresas saben que, sin estos “superpoderes”, es difícil crear una cultura que mantenga a los equipos unidos, creativos, innovadores, y ocupados en cuidar lo emocional. Sin habilidades humanas fuertes, ningún avance tecnológico ni proceso eficiente será suficiente para alcanzar el éxito sostenible.
En este camino y para 2025 la propuesta de BeLiquid: seguir innovando para ofrecer formaciones experienciales, que impacten y ayuden a llevar puesto lo aprendido para empezar a utilizarlo desde ya.
Porque, si el presente de una empresa no es profundamente humano, su futuro es que lo haga una IA.
¿Estás listo para entrenar los superpoderes de tu equipo? Ahora es el momento.