Con el final del verano y el regreso a la rutina laboral, muchos empleados experimentan lo que se conoce como «síndrome postvacacional». Este término hace referencia al malestar emocional que puede surgir tras las vacaciones, y está caracterizado por factores como la fatiga, la ansiedad, la irritabilidad y la dificultad para concentrarse en las primeras semanas tras la reincorporación al trabajo.
Según los datos publicados por Adecco, entre el 25% y el 30% de los empleados podrían experimentar este tipo de síntomas, aunque no siempre llegan a un diagnóstico clínico. Además, el estrés laboral es una de las principales causas de problemas de salud mental, con un impacto directo en la productividad y el ambiente laboral de las empresas.
Qaizzen, la plataforma española especializada en la gestión de la salud mental en las empresas, ha creado una serie de recomendaciones tanto para que tanto empleados como empresas puedan mitigar los efectos del síndrome postvacacional y facilitar una transición más suave y productiva.
Consejos para los empleados
- Conexión social: Practica la escucha activa. Comparte tus experiencias vacacionales con compañeros para obtener apoyo mutuo en la vuelta al trabajo y, de la misma forma, escucha sus experiencias durante su período vacacional.
- Tiempo para la relajación: Incorpora actividades relajantes o hobbies en tu rutina diaria para mantener un equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
- Planificación previa: Organiza tu agenda antes de regresar para disminuir la ansiedad y tener mayor control de la situación.
- Metas a corto plazo: Fija objetivos pequeños en las primeras semanas y celebra cada logro para mantener la motivación.
- Estilo de vida saludable: Mantén una rutina de ejercicio y una dieta equilibrada para mejorar tu energía y ánimo.
Recomendaciones para las empresas
- Flexibilidad horaria: Ofrecer horarios más flexibles o un mayor número de días de teletrabajo en las primeras semanas de septiembre puede facilitar la adaptación.
- Espacios de escucha activa: Crear espacios donde los empleados puedan expresar sus inquietudes y recibir apoyo emocional.
- Programas de bienestar: Implementar actividades físicas y talleres de manejo del estrés para mejorar el bienestar emocional.
- Reuniones de reencuentro: Organizar reuniones informales o actividades de team building para fortalecer la cohesión del equipo.
- Reconocimiento y motivación: Celebrar pequeños logros y reconocer el esfuerzo de los empleados para mantener la motivación.
La vuelta al trabajo no tiene por qué convertirse en un proceso estresante. Si bien puede generar ciertos niveles de ansiedad, también es una oportunidad para retomar hábitos saludables, tanto físicos como mentales. Con la planificación adecuada, empleados y organizaciones pueden hacer que esta transición sea más llevadera y productiva.