Si hablamos de Metamorfosis, todos y todas pensamos en Kafka y en su visión de camino de soledad y marginación al ser diferente. Hoy la Fundación TeReSA nos recuerda otra visión de este concepto, entendiendo la Metamorfosis como un camino de cambio, de transformación o transmutación, convirtiendo algo en otra cosa y, siempre, representada por una mariposa y su incalculable belleza al final del proceso.
Y es que en Fundación TeReSA han aprendido a darle la vuelta a las percepciones y los conceptos para conseguir el cambio. Afrontando estas METAMORFOSIS desde el positivismo, viéndolos desde la perspectiva de los beneficios e impactos positivos que generan; en lugar de hacerlo desde el miedo a lo nuevo o desconocido.
Es que, justamente, el objetivo de Fundación TeReSA es provocar ese impacto positivo a través del cambio, con el convencimiento de que se pueden abrir oportunidades laborales en el mundo de las nuevas tecnologías para las personas con discapacidad intelectual.
Han cumplido tres años, en los que llevan a cabo una inmensa labor de sensibilización, para lo cual han creado espacios donde hablar de discapacidad intelectual y nos instan a enfrentar al cambio desde distintas perspectivas:
- Como una nueva página, ayudando a cerrar viejos capítulos para abrir nuevos y esto, inevitablemente, viene acompañado de emociones placenteras.
- Como parte de la búsqueda del sentido en la vida, siempre con la criticidad y la reevaluación, aceptando otros puntos de vista, como hace el pintor que retrocede unos pasos para poder apreciar su obra y así tomar ese impulso para continuar.
- Como parte del desarrollo personal, aprendiendo cosas nuevas o nuevas formas de hacer, generando esos grandes cambios que se producen en el cerebro que los neurocientíficos no solo avalan sino también promueven, como el refuerzo positivo que se pretende encontrar en cada transición.
¿Y por qué nos abren hoy la reflexión sobre el cambio y cómo afrontarlo?
Paula Estrada, directora de Fundación TeReSA cuenta que en estos tres años ha visto que las áreas de Talento y/o Recursos Humanos se está viviendo un cambio continuo, porque su motivo de gestión, las personas, están en constante cambio: Desde finales del siglo XVIII, tras la revolución industrial y la incorporación de la mujer en el mundo laboral, son varios colectivos los que ya llevan años poniendo su voz, buscando ser escuchados: Género, Generación, LGTBQ++, Discapacidad, Raza, todos y todas buscando derribar las barreras de cristal y no solo rechazando la discriminación, sino, como ella misma señala, posicionándose en contra de cualquier tipo de discriminación por el motivo que sea, mientras se ve a una sociedad que busca avanzar en aceptación, de la mejor manera que puede.
Así, nos señala Paula Estrada que: “se ha abierto un cajón llamado Diversidad e Inclusión, complejo de gestionar, donde cada rama, además de diferente, tiene necesidades de reivindicación diversas y donde hay que tener en cuenta, que dichas áreas de Diversidad e Inclusión en las empresas, tras haber armado un plan de inclusión en el que encajan finalmente todas las piezas del puzzle, y con la dificultad que conlleva el cumplimiento de cuotas, llegamos desde entidades como Fundación TeReSA con la realidad de la Discapacidad, donde, pese al esfuerzo, aún se está dejando fuera a un gran porcentaje de personas que necesitan que otras alcen la voz en su nombre”.
Visto así, ¿qué nos queda?
Queda el desafío de un nuevo cambio, de seguir evolucionando, porque en nuestras manos está la responsabilidad de no dejar a nadie atrás.
Queda volver a la hoja en blanco, para volver a sentir esa emoción del nuevo comienzo, sin perder de vista la mariposa que espera al final del proceso.
Queda dar ese paso hacia atrás como el pintor, para observar la obra, reconocer los colores que le faltan y coger impulso para mejorarla aún más.
La Discapacidad Intelectual necesita del compromiso de todas las personas para su verdadera inclusión. Pero ojo, porque desde Fundación TeReSa nos señala que la verdadera inclusión de las personas con Discapacidad Intelectual quizá rompa el modelo ideado. Quizá haya que repensar la inclusión, ya no como el conteo de personas en plantilla, sino como la contratación de personas a distancia, porque puede que no sea lo mejor para la inclusión pensada o marcada como objetivo, pero sí será la mejor opción que consiga ese impacto positivo más allá de las paredes de esta empresa, más allá de esta ciudad, más allá de este horizonte.
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