Con el fin de la temporada estival y el comienzo del mes de septiembre, son muchos los que vuelven a las oficinas, terminando así los días de ocio, descanso y desconexión.
El regreso a la rutina laboral, escolar y familiar después de las vacaciones de verano provoca en muchos la conocida ‘depresión postvacacional’. De hecho, se calcula que entre un 5 y 8% de los menores y un 15% de los adultos sufre depresión postvacacional, según datos de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria. Esto, sumado al síndrome del trabajador quemado, burnout, que sufren 7 de cada 10 españoles, según el último informe elaborado por Adecco, hacen que la vuelta al trabajo sea más dura.
En este contexto, Kahoot!, la plataforma de aprendizaje y participación, ha recopilado de la mano de James Micklethwait, Vicepresidente de su vertical dedicada al trabajo, una serie de consejos para afrontar la vuelta a la rutina laboral y evitar la depresión postvacacional.
Establecer horarios realistas
En vacaciones muchos son los que dejan de prestar atención al reloj y al calendario, por eso se recomienda retomar horarios y costumbres antes de volver a la oficina, un par de días antes, siendo así más fácil la incorporación.
La vuelta a la rutina no debe suponer una ruptura con lo positivo, se aconseja implementar actividades de ocio con compañeros, amigos o familiares a la rutina de la semana para hacer la vuelta más llevadera, organizando planes y adaptándolos al nuevo horario.
“Aunque estamos acostumbrados a no tener límites en los horarios, es bueno establecer una hora que separe la vida profesional de la personal, estableciendo topes a la accesibilidad en los dispositivos que nos conectan con el trabajo”, añade Micklethwait.
Mantener una rutina saludable
A pesar de que se trate de un hecho que se debe mantener durante todo el año, la realidad es que el incremento de las horas dedicadas al ocio y la diversión, modifica las rutinas diarias.
El ejercicio físico no solamente ayuda a mantenerse en forma, sino que también se consigue liberar endorfinas, las cuales ayudan a sentirse mejor y reducen el estrés propio de esta vuelta al trabajo. Además, después de los excesos en las comidas y cenas fuera de casa, se recomienda seguir una dieta saludable, evitando principalmente el alcohol, un depresivo que puede incrementar la tristeza así como la cafeína que intensifica el estrés.
Micklethwait aclara que “practicar deporte y llevar una dieta equilibrada es la manera ideal para liberar esas tensiones y reducir el estrés y la ansiedad que conllevan una vuelta drástica a la oficina puesto que esta combinación puede proporcionar a los trabajadores una vía de escape que más tarde les ayudará a enfrentarse a los desafíos del día a día con una mejor actitud”.
Organizar el trabajo
Dedicar un tiempo a planificar el trabajo de manera razonable ayuda a hacer la vuelta más llevadera. Hay que ser consciente de todas las tareas pendientes e ir realizándolas de forma gradual para evitar la frustración y la presión mental.
Por otro lado, la falta de motivación es una de las principales causas por la que los empleados suelen tener dificultades para afrontar de nuevo la rutina laboral. Hoy en día, existen diferentes formas para mantener al equipo comprometido, implicado y con ganas de superar retos. “Se puede romper la falta de motivación de los trabajadores a través de dinámicas más divertidas como por ejemplo, manteniendo las reuniones de seguimiento a través de plataformas de participación colaborativa como Kahoot! con la que además se fomenta la proactividad de los trabajadores a través del juego”, explica Micklethwait.
Asimismo, dedicar tiempo a las relaciones con los compañeros de trabajo es un foco de bienestar ya que se pasan muchas horas en el lugar de trabajo y estos serán el punto de apoyo en muchas ocasiones.
Pensar en positivo
Es importante mantener en todo momento una actitud positiva, teniendo en cuenta que las vacaciones se han disfrutado pero que ahora forman parte del pasado, llevando a cabo un proceso de relativización, dejando los pensamientos negativos fuera de la mente.
De igual manera, hay que centrarse en lo positivo de esos días de descanso, aplicando de esta forma los buenos hábitos adquiridos durante ese periodo y adoptando las buenas costumbres que a la larga son las que harán tener una vuelta a la rutina realmente saludable.
“A pesar de que la depresión postvacacional no sea considerada una enfermedad como tal, si no un periodo de adaptación transitorio, es innegable que son muchas personas las que presentan síntomas como la incapacidad de concentración, tristeza, irritabilidad y otros que afectan en el día a día de su trabajo y, por tanto, directamente a su productividad”, explica Micklethwait. “Además es importante contar con un ambiente laboral que fomente la diversión ya que esto ayuda a producir neurotransmisores que catalizan el afecto positivo lo cual lleva a un mejor desempeño en el trabajo”.