Cuando hablamos de procesos de selección, es común centrarse solo en los candidatos, pero hay un grupo que muchas veces se pasa por alto: los equipos de selección. Y es curioso, porque si ellos no están cómodos en su día a día laboral, ¿cómo podemos esperar que brinden una experiencia top a los candidatos?
El proceso de selección es un tango que bailan dos partes: el candidato y la empresa. Y quien representa a la empresa en este baile son los equipos de selección. Ellos son los que ponen la cara, hacen las preguntas, y en definitiva, son los primeros en detectar si hay match o no. Por eso, si realmente queremos ofrecer una buena experiencia al candidato, primero tenemos que asegurarnos de que quienes están detrás de las entrevistas y correos de seguimiento se sientan bien, estén motivados y cuenten con las herramientas necesarias.
La estrategia en la selección
Vamos a ser sinceros: los equipos de selección no se enamoraron de su trabajo para llenar hojas de cálculo interminables, organizar cientos de correos electrónicos o invertir horas en hacer seguimiento manual de candidatos. Lo que realmente les apasiona es la parte estratégica, esa en la que pueden detectar talento, analizar compatibilidades y, en definitiva, conectar a la persona adecuada con la oportunidad perfecta. Sin embargo, muchas veces, esta parte se ve eclipsada por las tareas administrativas que parecen no tener fin.
Aquí es donde entra en juego la tecnología y la automatización. Dotar a los equipos de selección con herramientas adecuadas es una gran inversión para que los reclutadores puedan centrarse en lo que realmente importa: las personas.
Las herramientas que se encargan de automatizar los procesos, permiten desde el filtrado automático de CVs hasta la programación de entrevistas con un solo clic. Al aliviar la carga administrativa, los reclutadores pueden dedicarse a analizar mejor a los candidatos, a construir relaciones más sólidas y a diseñar procesos de selección más personalizados y efectivos. Al final, esto no solo mejora su propia experiencia laboral, sino que también se traduce en una mejor experiencia para los candidatos.
Además, cuando los equipos de selección tienen acceso a datos y análisis en tiempo real, pueden tomar decisiones más informadas. Esto les permite ajustar estrategias sobre la marcha, identificar qué prácticas están funcionando y cuáles necesitan ser mejoradas. En pocas palabras, les da el poder de ser más ágiles y efectivos en su trabajo, lo que beneficia a toda la organización.
Cuidar de los que cuidan
Es crucial entender que cuidar la experiencia de los equipos de selección es una inversión estratégica. Las herramientas adecuadas no solo les permiten trabajar de manera más eficiente, sino que también elevan la calidad de todo el proceso de selección. Y cuando los equipos están equipados y motivados, se refleja directamente en la experiencia de los candidatos.
Al final, un proceso de selección no se trata solo de llenar una vacante, sino de crear una experiencia positiva y memorable para todos los involucrados. Si quieres que los candidatos se sientan valorados y bienvenidos, empieza por asegurarte de que tus equipos de selección se sientan exactamente de la misma manera. Porque cuando ellos están bien equipados y motivados, todo el proceso de selección fluye de manera más suave y efectiva.