LinkedIn vio la luz en 2003 como una plataforma para unir a profesionales y empresas de todo el mundo con el fin de llevar, al entonces incipiente mundo digital, el concepto de networking (hacer contactos). Se convirtió en un éxito, ya que permitía entrar en contacto de forma rápida y fácil con profesionales de todo el mundo. Y, además, servía de escaparate tanto para encontrar y fichar talento como para ofrecerlo y dar un giro a la carrera profesional. «Hace ya muchos años que LinkedIn no es solo una plataforma para encontrar trabajo ni donde publicar tu currículo: es una red social profesional en la que las personas crean una red de contactos y aportan valor mediante la creación de contenidos», explica Núria Mañé, profesora colaboradora del máster universitario en línea de Social Media: Gestión y Estrategia de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). «Las redes sociales digitales se basan en la bidireccionalidad, es decir, que los usuarios no solo reciben, sino que crean contenido, así que es algo lógico», apunta.
Microsoft compró la plataforma a finales de 2016 por más de 26.000 millones de dólares. Desde entonces, la ha convertido en una red social que trasciende lo profesional, hasta el punto de mostrar cada vez más connotaciones cercanas a otras plataformas.
«Permite crear contenidos sobre los que reaccionar, comentar o compartir y, además, es una plataforma donde los usuarios pueden publicar, incluso en formato multimedia, o crear un artículo o un boletín electrónico, etc.», explica Silvia Martínez, directora del máster universitario en línea de Social Media: Gestión y Estrategia de la UOC. «Hace unos años, lanzó un programa de creadores de contenido solo para determinados perfiles o personas, que fueron nutriendo la plataforma de esos contenidos de interés, tanto por su experiencia como por su formación. Fueron bien recibidos por el resto de los usuarios, y posteriormente se implementó para todos», destaca Martínez. Es algo que ha fidelizado a millones de usuarios en todo el mundo (más de 1.000 millones de usuarios, según datos oficiales) y también en España, donde cuenta con 19 millones de usuarios registrados.
Marca personal e influencia profesional
También en LinkedIn existen influencers, pero, a diferencia de otras plataformas, evitan compartir su día a día con contenidos personales y, en cambio, se encuadran en entornos profesionales. «El problema aquí es la connotación de la palabra influencer; podemos sustituirla por líderes de opinión (KOL o key opinion leaders, en inglés) o creadores de contenido. Un influencer digital es alguien con la capacidad para modificar el comportamiento o la opinión de otras personas», asegura Núria Mañé, consultora de comunicación digital. Para las expertas, la naturaleza de LinkedIn hace que estos contenidos sean más fiables que los que pueden encontrarse en otras plataformas.
«En LinkedIn esperas conocer novedades o perspectivas relacionadas con sectores o ámbitos profesionales, aptitudes y conocimientos. Esto no significa que no puedan abordarse otras cuestiones; de hecho, el ocio y el lifestyle también pueden abordarse desde una mirada profesional y reflexiva, como sector de negocio», explica Martínez, investigadora del grupo GAME (Grupo de investigación en Aprendizajes, Medios y Entretenimiento). De todos modos, encontrar alguna vez un contenido o reflexión más personal tampoco es algo imposible ni descabellado. «En cierto modo, humaniza al profesional y genera empatía, cosa que también puede resultar positiva para conectar con las personas», subraya.
Cómo mejorar el perfil de LinkedIn»LinkedIn es mucho más que un currículo o una plataforma de empleo. Hablamos de una red social de muchos contactos, con la posibilidad de publicar contenido de forma recurrente y que contribuye a crear una marca personal fuerte y diferenciada», destaca Mañé. Esta nueva variedad de contenidos en LinkedIn supone una oportunidad para quienes estén buscando abrirse hueco en el mundo laboral. Por eso, las expertas de la UOC recomiendan a los estudiantes o recién graduados que cuiden su perfil e interactúen con otros usuarios y empresas. Mañé y Martínez ofrecen una serie de consejos prácticos para destacar en LinkedIn:
- Mantener el perfil siempre actualizado: LinkedIn es como una carta de presentación profesional digital, por lo que debe evitarse que la información que aparezca en el perfil esté obsoleta. Hay que cuidar los detalles, empezando por la descripción y la corrección lingüística, prestar atención a la foto de perfil (mejor de carácter profesional) y mantenerse activo, comentar a otros usuarios y formar parte de grupos de intereses compartidos. «LinkedIn ofrece un espacio muy interesante para contribuir a la marca personal», subraya Silvia Martínez. «Si nos apoyamos en el social selling index (SSI), obtendremos valiosa información para que nuestro perfil destaque en esta red social y para diferenciarnos de nuestros competidores», apunta Núria Mañé.
- Si eres freelance, explica tus servicios: el perfil puede convertirse en un porfolio profesional en el que mostrar ejemplos de trabajos realizados en el pasado, y esto puede ayudar a encontrar nuevos clientes y proyectos.
- Apoyarse en otros usuarios: las recomendaciones y validaciones que puedan hacer terceros respecto a nuestras aptitudes son de gran ayuda para reforzar el mensaje a potenciales contactos y clientes. Núria Mañé recomienda hacer valoraciones y recomendaciones de otros usuarios, puesto que de este modo nuestro perfil aparecerá en el de otros y podremos conseguir más oportunidades de ser vistos por terceros.
Usar palabras clave, etiquetas y destacados: es una técnica ideal para posicionarse en un ámbito concreto y «que el contenido pueda llegar a las personas interesadas en esos temas e interactuar con ellas», señala Silvia Martínez. Crear contenido de valor y etiquetarlo correctamente hará que llegue a más usuarios y que se gane relevancia. - Buscar empleo en LinkedIn también es posible: al activar la opción de búsqueda activa de empleo, los reclutadores de las empresas que usan la plataforma para encontrar candidatos sabrán que ese perfil busca nuevas oportunidades laborales. «Lo más importante es poner fecha de fin a nuestra última experiencia laboral para no confundir a los usuarios», sugiere Núria Mañé.
- Llamar a la puerta: para ampliar la red de contactos en LinkedIn, nada mejor que enviar invitaciones a otros usuarios, a poder ser con un mensaje personalizado para que el impacto sea mayor. Las expertas recomiendan, cuando se conozca a alguien en reuniones, congresos o sesiones de trabajo en red, buscarlo después en LinkedIn y añadirlo a la lista de contactos.