Overworking es un concepto que se refiere al sobretrabajo o trabajo en exceso, y describe la realidad de muchas personas que enfrentan cargas laborales que superan los niveles recomendados para su bienestar personal.
Este fenómeno ha sido una característica del mundo moderno desde hace tiempo, pero se ha intensificado con la pandemia de COVID-19. El overworking ha provocado un agotamiento generalizado, especialmente entre quienes luchan por separar su vida personal de la profesional. Esto se debe en gran medida a la implementación del trabajo remoto, que, aunque tiene ventajas como evitar el tráfico y reducir gastos en comidas, también ha generado consecuencias negativas en la productividad y en el tiempo que dedicamos a trabajar cada día.
No todas las personas se ven afectadas de la misma manera. Algunas encuentran en el trabajo desde casa una mayor comodidad y logran ser suficientemente productivas para terminar su jornada laboral a una hora razonable. Sin embargo, para otras, el trabajo remoto ha significado dedicar más horas frente a la pantalla debido a las numerosas distracciones en el hogar, como las tareas domésticas o el cuidado de los hijos. Además, estar en casa dificulta establecer horarios y límites claros al tiempo de trabajo, ya que la disponibilidad constante y la cercanía de la computadora facilitan la prolongación de la jornada, exacerbando el overworking.
Este fenómeno es especialmente preocupante en países como México, donde las cargas laborales son de las más elevadas a nivel mundial y están asociadas con diversos problemas de salud. Aunque el trabajo remoto ofrece múltiples beneficios, incluyendo la reducción de costos para las empresas, expertos como la consultora Trendisity señalan que el overworking es uno de los efectos negativos más significativos de esta modalidad.
Actualmente, es común que las personas trabajen hasta 10 horas al día y que incluso laboren los fines de semana. En Argentina, por ejemplo, el 81% de los encuestados reportó sentirse víctima del overworking, con una carga laboral mucho más intensa que la que experimentaban antes de la pandemia.
Por si fuera poco, estudios de la Organización Mundial de la Salud sobre salud mental y trabajo indican que el overworking genera serios problemas físicos y mentales, que van desde desequilibrios metabólicos hasta ansiedad y depresión.
Para muchas personas, resulta difícil desconectarse de esta rutina de sobretrabajo, y sienten una presión constante por estar disponibles, incluso fuera del horario laboral o del lugar de trabajo.