Mensajería instantánea, redes sociales, búsqueda de información… según algunos estudios, los españoles/as usamos el teléfono móvil, de media, un 35% de nuestro tiempo diario. Con estas estadísticas es sencillo concluir que también lo utilizamos durante la jornada laboral lo que no es necesariamente negativo siempre y cuando no influya en el rendimiento ni cause distracciones.
Muchas empresas se están posicionando sobre ese tema con protocolos internos que limitan su uso o lo condicionan a temas estrictamente relacionados con las áreas de trabajo encomendadas. Pero la gran pregunta que nos hacemos es: ¿me pueden prohibir usar el móvil en el trabajo? Veremos qué dice la normativa general y qué están haciendo las compañías al respecto.
El uso del móvil en el trabajo para asuntos personales no está regulado de forma específica por el Estatuto de los Trabajadores pero el Artículo 20 sobre “Dirección y control de la actividad laboral” dice lo siguiente: “El empresario/a podrá adoptar las medidas que estime más oportunas de vigilancia y control para verificar el cumplimiento por el trabajador/a de sus obligaciones y deberes laborales, guardando en su adopción y aplicación la consideración debida a su dignidad”.
Esto significa que se deja en manos de la empresa las soluciones más convenientes para asegurarse de que la plantilla cumpla con lo requerido, también en lo relacionado con el uso del móvil. Por supuesto, estas medidas no pueden afectar a la intimidad ni a la dignidad de los trabajadores/as, respetando en todo momento sus derechos esenciales.
Además, por otro lado, cuando el teléfono móvil sea proporcionado por la empresa para las tareas que exige el trabajo, en el Artículo 20 bis sobre “Derechos de los trabajadores/as a la intimidad en relación con el entorno digital y a la desconexión” se añade que los trabajadores/as “tienen derecho a la intimidad en el uso de los dispositivos digitales puestos a su disposición por el empleador/a”.
Así pues, dado que un uso inadecuado de los smartphones en el puesto de trabajo puede tener efectos negativos sobre la productividad, la concentración y suponer un riesgo o una pérdida de tiempo efectivo de trabajo, queda en manos de la empresa y del empleado/a encontrar el equilibrio adecuado.
Protocolos sobre el uso del móvil en el trabajo
Aunque ya vemos que no existe una legislación general sobre cómo utilizar el móvil en el puesto laboral, algunos convenios colectivos lo contemplan y en algunas empresas ya se están implantando protocolos internos detallados sobre el uso de los dispositivos personales en horario de trabajo. De hecho, en según qué puestos como en el caso de transportistas o en fábricas con maquinaria, la utilización del teléfono durante el desempeño de las tareas está prohibido por el riesgo propio y a terceros que pueda ocasionar.
En cuanto a las políticas internas del uso de estos dispositivos, en ellas se debe indicar cómo y cuándo se pueden utilizar. Por ejemplo, si el uso personal del móvil durante el horario de trabajo debe limitarse a emergencias o pausas autorizadas o si se trata solo de una recomendación para según qué puestos o tipos de trabajo. Si hablamos de teléfonos móviles de empresa, muchas compañías también están informando a sus empleados/as sobre los protocolos de uso, seguridad y protección de datos de los mismos.
Ahora que sabemos que la empresa sí que puede prohibir el uso del móvil en el trabajo, InfoJobs nos ofrece unas consideraciones importantes:
- El trabajador/a tiene que contar con toda la información sobre cómo puede usar o no su móvil durante la jornada laboral. Esto significa que el empleador/a debe dar pautas claras y específicas sobre este tema. En ocasiones es posible que hasta aparezcan en el contrato laboral.
- Resulta imprescindible que la empresa informe de cuándo se puede utilizar el móvil sin ser sancionado/a y también de cuáles son las sanciones a las que se enfrentan los trabajadores/as si incumplen la norma.
- Las empresas que apuestan por la prohibición del móvil en el trabajo deben ser flexibles en situaciones de emergencias o temas familiares en las que se necesite un uso puntual del teléfono.
- Los empleadores/as en ningún caso tienen que controlar el contenido personal del teléfono sin su consentimiento, según se establece en la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD).
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