En la búsqueda constante de innovación y productividad, es necesario poner en el punto de mira un nuevo concepto revolucionario: los estados alterados de conciencia. Este enfoque disruptivo desafía las normas convencionales del rendimiento, promoviendo el uso de la mente como la herramienta más poderosa para alcanzar una vida plena y exitosa sin recurrir a sustancias psicodélicas.
Los estados alterados de conciencia son cualquier estado diferente del de vigilia habitual, el cual incluye experiencias como el sueño, la meditación, el flujo, la dicha y la presencia. Estos estados permiten un cambio significativo en la percepción subjetiva de la realidad, ofreciendo un acceso natural a niveles superiores de conciencia sin el uso de drogas.
Según Miguel Navarro, reconocido experto en hábitos, productividad y biohacking, “la clave radica en aprender a dominar nuestro cerebro para vivir una vida total”.
Sin duda, es la herramienta clave para el éxito de los millonarios de Silicon Valley. Los poderosos estadounidenses hacen uso de esta técnica para maximizar su rendimiento irracional y su bienestar. Esta manera de funcionar y vivir está profundamente interiorizada en Estados Unidos y forma parte integral del día a día de los norteamericanos. Sin embargo, entre los españoles esta práctica todavía no ha llegado con la misma fuerza.
En palabras de Miguel Navarro, la práctica de acceder a estados alterados de conciencia puede mejorar significativamente el rendimiento cognitivo, aumentar la creatividad, reducir el estrés y fomentar el bienestar emocional. El experto asegura que “estas técnicas no solo optimizan la eficiencia y el enfoque, sino que también promueven una mayor conexión interior y una sensación duradera de paz y felicidad”. A continuación, se presentan los beneficios al incorporar estos estados alterados de conciencia:
- Mejora el rendimiento. Los estados alterados de conciencia potencian la memoria, la atención, el estado físico y la recuperación. En estos estados, el cerebro puede funcionar de manera más eficiente, permitiendo una mejor retención de información y una mayor capacidad para concentrarse en tareas específicas. Además, el cuerpo se recupera más rápidamente del estrés físico y mental, lo que es crucial para mantener un alto nivel de rendimiento a largo plazo.
- Aumento de la creatividad. Promueven la formación de nuevas conexiones neuronales y el pensamiento divergente. En estos estados, el cerebro es capaz de hacer conexiones entre ideas y conceptos que normalmente no se relacionarían entre sí. Este tipo de pensamiento divergente es fundamental para la innovación y la resolución de problemas, ya que permite encontrar soluciones únicas y originales a desafíos complejos.
- Reducción del estrés. Disminuyen el cortisol, favoreciendo la relajación y mejorando la calidad del sueño. El estrés crónico es un problema común en la sociedad actual, y la capacidad de reducir los niveles de cortisol puede tener un impacto significativo en la salud general. Los estados alterados de conciencia facilitan la relajación profunda, lo que a su vez mejora el sueño y ayuda a restaurar el equilibrio emocional.
- Bienestar Emocional. Fomentan una conexión interior profunda, proporcionando paz y dicha. En estos estados, las personas pueden experimentar una mayor sensación de conexión con su yo interior y con el mundo que les rodea. Esta conexión puede conducir a un sentido de paz y satisfacción más duradero, lo que contribuye a una mayor felicidad general.
Los estados alterados de conciencia activan diferentes zonas del cerebro, produciendo ondas alfa relajadas que mejoran el foco desde la serenidad y liberan sustancias químicas relacionadas con el placer como dopamina, endorfinas, anandamida, serotonina y oxitocina.
A pesar de la existencia de esta herramienta, es necesario destacar que estamos a años luz de entender qué es el verdadero rendimiento. La travesía empieza por entender que el triunfo no está en hacer más, sino se trata de ponerse en el estado adecuado y saber cómo actuar.
En este sentido, Navarro destaca que “la vida ofrece dos caminos: el convencional y el aburrido, donde hay que esforzarse mucho para obtener resultados comunes, y el disruptivo, el que pocos se atreven a recorrer, lleno de juicios y cuestionamientos”. Pero es en este camino donde se encuentra el verdadero potencial para lograr una vida plena.