La demanda de talento internacional no ha dejado de crecer, impulsada por el avance de la tecnología y la digitalización de las actividades profesionales, especialmente tras la pandemia provocada por el COVID-19 y el impulso de las nuevas modalidades de trabajo a distancia. Y de la misma forma que la manera de trabajar se ha visto transformada por los avances tecnológicos y sociales, también lo ha hecho el perfil del trabajador movilizado internacionalmente, tal y como refleja el estudio sobre la situación de la movilidad internacional de los trabajadores elaborado por EMS – Employee Mobility Solutions.
En los últimos años, la movilidad internacional ha mostrado una tendencia hacia una mayor diversidad de género, aunque todavía persisten desequilibrios significativos en algunos sectores y regiones en los que siguen siendo los hombres los que más se trasladan.
Si bien la mayoría de las empresas no hacen diferencias de género en sus políticas de expatriación, sí es cierto que se evita propiciar traslados de mujeres hacia países donde sus derechos pueden verse socavados. Además, en áreas como la construcción y la tecnología se refleja todavía una amplia desigualdad, siendo mucho más elevada la asignación internacional de hombres que de mujeres, al mismo tiempo que sectores más feminizados, como la salud y la educación, no son los más destacados dentro de la movilidad internacional.
“Bajo la influencia de la globalización, las mujeres buscan potenciar su desarrollo profesional a nivel internacional y estrechar la brecha de género, pero todavía pueden verse limitadas para aceptar una asignación internacional si ello conlleva un conflicto en sus vidas privadas, especialmente en el área familiar”, afirma Ana Gazarian, CEO de EMS – Employee Mobility Solutions.
En cuanto a los perfiles por edad en la movilidad internacional, el análisis de EMS indica un creciente interés por parte de los jóvenes para buscar nuevas oportunidades en el extranjero, aunque la mayoría de los expatriados se encuentran en el rango entre los 35 y 50 años.
Los profesionales de mayor edad son los preferidos para cubrir puestos directivos y roles de liderazgo, ya que las empresas apuestan por profesionales experimentados con capacidad para gestionar equipos y proyectos complejos, y transferir su conocimiento y expertise entre las distintas filiales globales. Al mismo tiempo, se observa una tendencia entre los jóvenes a buscar nuevas oportunidades en el extranjero, postulándose para puestos en otros países con la intención de conseguir un ascenso en sus carreras y embarcarse en nuevas aventuras.
“La globalización y la evolución del mercado laboral continúan impulsando la movilidad internacional de los profesionales. Las empresas siguen buscando talento especializado en diferentes regiones, pero también hacen cada vez más énfasis en la diversidad y la inclusión”, afirma Ana Gazarian, CEO de EMS – Employee Mobility Solutions. “Aunque todavía queda camino por recorrer, las empresas se encuentran haciendo un esfuerzo continuo por promover la diversidad de género y adaptar sus políticas para facilitar la movilidad de profesionales jóvenes y atraer y retener estos talentos valiosos”.