La formación para ser un buen profesional sanitario requiere una combinación de estudios teóricos, prácticas clínicas y habilidades interpersonales. Se trata de un sector vital para la sociedad que demanda expertos altamente capacitados y comprometidos con el bienestar de los pacientes.
En este sentido, según datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE) es la segunda FP con más salida laboral en 2024, solamente por detrás de Gestión Administrativa.
«La formación consiste en preparar a personas para ejercer un oficio y en garantizar que estén equipados con las competencias necesarias para enfrentar desafíos complejos y cambiantes. Por ello, la de los trabajadores del ámbito de la salud ha cobrado una relevancia extraordinaria. La calidad de la atención sanitaria depende directamente de la calidad de la formación recibida por estos profesionales, y las instituciones educativas deben ser conscientes de ello», explica Marisa Bermejo, directora de Sanitas Campus FP.
Bajo esta perspectiva, Sanitas considera los siguientes aspectos clave para una óptima enseñanza:
- Educación técnica y científica sólida: es aconsejable que todos los programas educativos relacionados con la sanidad incluyan estudios en anatomía, fisiología, bioquímica y farmacología. Esta base científica es primordial para tener una visión general del funcionamiento del cuerpo humano así como del impacto de las enfermedades.
- Prácticas clínicas intensivas: la experiencia práctica en hospitales, clínicas y centros de salud permite a los estudiantes aplicar sus conocimientos en situaciones reales, algo esencial para desarrollar competencias técnicas y habilidades de atención al paciente.
- Desarrollo de habilidades interpersonales: el día a día de los sanitarios consiste en tratar a personas. En este caso, la empatía, la comunicación efectiva y la capacidad para trabajar en equipo se convierten en cualidades básicas. Los médicos, enfermeros y farmacéuticos deben ser capaces de interactuar con pacientes y compañeros de manera respetuosa y efectiva.
- Adaptación a la tecnología médica: la digitalización en el campo de la salud está en constante evolución. Por ello, los estudiantes deben aprender a utilizar herramientas y equipos médicos avanzados, al mismo tiempo que integran nuevas tecnologías en su práctica diaria.
- Aprendizaje continuo: no se puede olvidar que la medicina es una disciplina en constante cambio. En este punto, los técnicos sanitarios deben mantenerse actualizados sobre los últimos avances y técnicas en su campo fin de ofrecer los mejores tratamientos posibles.
- Ética y compromiso social: con el objetivo de promover equidad y justicia social en todas sus acciones y decisiones, es trascendental que los profesionales de la salud actúen con integridad, respeto y responsabilidad, De esta manera, se protege la dignidad de los pacientes.
En último lugar, cabe señalar que en el centro de formación profesional de Sanitas se valoran todas estas cuestiones. Actualmente, Sanitas Campus FP cuenta con cuatro ciclos formativos: Técnico Superior en Imagen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear; Técnico en Atención a Personas en Situación de Dependencia; Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería y Técnico Superior de Higiene Bucodental.
«Todos ellos combinan la formación presencial teórico-práctica con el desarrollo de competencias necesarias para aplicar en el ámbito laboral; habilidades como la digitalización y el trabajo en equipo, fundamentales para el éxito profesional. Además, los alumnos cuentan con prácticas garantizadas en los centros de Sanitas Hospitales, las clínicas de Sanitas Dental y las residencias de Sanitas Mayores. Y, cuando finalicen sus estudios, podrán formar parte de la activa bolsa de empleo de la compañía, lo que facilitará su inserción ocupacional», concluye Marisa Bermejo.
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