Las vacaciones están marcadas en rojo en el calendario. Hacer las maletas y olvidarse del estrés del trabajo durante unos días es algo que los españoles esperan con anhelo. Sin embargo, en un mundo cada vez más conectado, la realidad es que la mitad de los españoles no logran desconectar realmente en vacaciones.
Así lo afirma Silvia Herrero, directora del grado de Psicología de UNIE Universidad, que señala que “los españoles no consiguen desconectar al 100% en vacaciones y muchos de ellos aprovechan este periodo para terminar tareas pendientes o atrasadas”. Pero no son los únicos que no disfrutan de este periodo. “Muchas personas viven este parón con elevados niveles de estrés y ansiedad por el sentimiento de falta de productividad”, explica.
Por otro lado, Marta Méndez Rico, profesora del Grado en Psicología de UNIE Universidad, destaca que “los períodos vacacionales, bien entendidos, son fundamentales para la mejora de la productividad, puesto que contribuyen a la recarga física, emocional y a la mejora de la capacidad cognitiva. Sin embargo, es importante reflexionar sobre las expectativas que a menudo se depositan en estos períodos, especialmente durante etapas de alta sobrecarga y estrés, en los cuales es habitual que se lleven a cabo anticipaciones idealizadas de lo que serán estos descansos. Esas fantasías pueden conducir a la frustración posterior y al auge de los niveles de ansiedad, retornando a la actividad laboral con un fuerte sentimiento de insatisfacción, alimentado también con la comparativa por lo expuesto en las redes de parte de nuestro entorno y sus vivencias”.
Para conseguir sacar un mayor partido del descanso, Méndez nos propone una serie de tips para desconectar, realmente, en vacaciones:
- Fomentar la cultura de la delegación y responsabilidad. Animar a los equipos a compartir responsabilidades y conocimientos asegura que no haya una dependencia excesiva de los superiores y que todo el mundo se sienta más cómodo cuando falta alguien en el equipo. La colaboración es la piedra angular de este proceso para que el flujo de trabajo continúe, así como establecer prácticas de documentación y una cultura de trabajo que facilite la transición de información durante las ausencias.
- Establecer pautas claras de comunicación laboral. Definir previamente las condiciones para conectar con los empleados durante los días de descanso y acordar con el equipo los plazos, responsabilidades y tareas antes de las vacaciones es esencial para que todo siga su curso. En los casos en que no es viable desconectar del todo, conviene fijar un momento puntual del día en el que revisar los canales de comunicación con el equipo para evitar estar disponible en todo momento.
- Establecer estrategias de salud mental. Promover estrategias desde las empresas para promover la desconexión evita síndromes como el burn out que hace que los empleados estén cansados de su día a día laboral. Por ello conviene instaurar una política de no comunicación durante las vacaciones, los puentes o el fin de semana que contribuya a un ambiente de trabajo equilibrado en el que el descanso de valore como una pata más de la salud mental de la plantilla.
- Evitar llevar los dispositivos asociados al trabajo. Es recomendable eliminar las aplicaciones que nos atan al trabajo y que tenemos a un solo clic como, por ejemplo, en el teléfono móvil el correo electrónico o Teams. De esta forma no reciben avisos y se evitará la tentación de chequear cualquier novedad.
- Planificar realmente el tiempo de ocio. Puede ser una herramienta valiosa para desconectar del trabajo. Establecer rutinas que nos mantengan activos evita que las personas sientan que no están siendo productivas y generen estrés y ansiedad añadidos en este periodo vacacional.
- Vacaciones no es equivalente a no hacer nada, sino a hacer cosas distintas. Un motivo frecuente de consulta en estas fechas es la ansiedad derivada de la falta de actividad al haber cesado las responsabilidades externas. Poder planificarnos un horario flexible, cómodo y no muy demandante con actividades que nos satisfagan, es importante para combatir la falta de propósito que a menudo se traduce en malestar. Además, establecer rutinas que nos mantengan activos evita que las personas sientan que no están siendo productivas y generen estrés y ansiedad añadidos en este periodo vacacional.
Todo ello, junto a moderar el uso de las redes sociales, especialmente LinkedIn, y descansar disfrutando del presente ayudará a no postergar la felicidad del momento vacacional y reducir el estrés, facilitando así el retorno a la rutina.