Desde hace algunos años, conceptos como «renuncia silenciosa» y «burnout» son cada vez más comunes entre la fuerza laboral del mundo. En el informe sobre el estado del lugar de trabajo mundial de 2023 elaborado por Gallup, se señaló que estos dos fenómenos le cuestan a la economía mundial casi 9 billones de dólares.
El mismo reporte asegura que cuando el bienestar de los empleados es alto, se reducen los índices de ausentismo y se mejora el nivel de desempeño, y además, hay menores tasas de rotación en la organización.
De acuerdo con la psicóloga social Christina Maslach, una de las principales investigadoras sobre el agotamiento en el lugar de trabajo, la cultura de una empresa tiene el mayor impacto, para bien o para mal, en el bienestar de los empleados.
Algunas investigaciones han demostrado que existe una fuerte correlación entre el compromiso de los empleados y el bienestar, mientras que la Federación Internacional de Coaching (ICF) y el Human Capital Institute (HCI) descubrió que también existe una conexión entre el coaching y el aumento del compromiso de los empleados.
El coaching como herramienta para disminuir el agotamiento
En el último informe Definiendo nuevas culturas de coaching, elaborado entre ambas instituciones (ICF y HCI), se señala que el burnout es precisamente uno de los desafíos que el coaching puede ayudar a aliviar. El estudio reveló que las organizaciones están más comprometidas que nunca con el impulso de una cultura de coaching, y que cada vez más profesionales tienen acceso al coaching en todas sus modalidades. El 85% de los encuestados trabaja con directivos y líderes que utilizan técnicas de coaching.
Esta práctica ofrece un excelente método para explorar otras opciones o diferentes formas de hacer las cosas cuando estás estancado, trabajando demasiado o no estás contento.
Además, una sólida cultura del coaching proporciona a las organizaciones una hoja de ruta práctica para abordar el agotamiento desde un enfoque holístico, el cual incluya liderazgo solidario, comunicación clara, acuerdos laborales flexibles y diversos recursos de salud mental.
Maslach comparte las siguientes recomendaciones que pueden ayudar a las empresas para combatir el burnout:
-
Realizar sesiones regulares de Coaching para seguimiento y apoyo a los coachees por cualquier duda que se tenga.
-
Definir y establecer metas claras y alcanzables.
-
Implementar programas para manejar el estrés, incluyendo mindfulness y meditación.
-
Establecer límites y mantener un equilibrio entre la vida personal y profesional.
-
Poner en práctica actividades de bienestar incluyendo ejercicio físico, descanso, y una alimentación saludable.
Abordar el problema desde esta perspectiva ha comprobado ser más efectivo que hacerlo a través de soluciones dirigidas únicamente a individuos, como ofrecer programas de bienestar para los empleados como yoga o los viernes de pizza. La tendencia indica un futuro sólido para las prácticas integradas de coaching, ya que la mayoría de los encuestados del informe Definiendo nuevas culturas de coaching, tienen la intención de aumentar o mantener el enfoque en el coaching en los próximos cinco años para reducir su agotamiento laboral.