The Adecco Group Institute, el centro de estudios y divulgación de The Adecco Group, analiza los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al primer trimestre del año 2024. En palabras de su director, Javier Blasco:
“El empleo sigue creciendo de forma superior al crecimiento del PIB y eso profundiza el descenso de la productividad. El crecimiento del empleo fue de un 3% interanual, que es el menor avance de los últimos cuatro trimestres. Los 21,25 millones de ocupados son 615.000 ocupados más que un año antes”.
Entre enero y marzo, los hogares en los que todos sus miembros están en situación de paro han experimentado un aumento significativo, sumando 49.700 casos adicionales y alcanzando un total de 977.900 hogares en esta situación
“Desagregando por ramas de actividad, el empleo subió en 10 de 16. Las principales excepciones fueron Comercio al por mayor (-4,3%), Finanzas y seguros (-3,6%) y la Administración Pública (-1,9%). Los aumentos más marcados corresponden a Construcción (+8,3%, como acaba de mencionarse), Información y Comunicaciones (+13,2%), Salud y servicios sociales (+7,9%) y Actividades administrativas (+6,3%)”.
Aunque tradicionalmente los primeros meses del año suelen mostrar un deterioro en el mercado laboral debido al cierre de la temporada navideña, estos datos revelan una situación más desafiante de lo habitual. A pesar de que Semana Santa cayó a finales de marzo este año, periodo en el cual se espera un aumento en las contrataciones, el impacto positivo en el empleo no se materializó.
“Bajó el paro masculino (-3,9%) y el femenino (-8,8%) y, a nivel global, en todas las franjas de edad excepto entre las personas de 60 y más años. A nivel autonómico, el desempleo bajó en 15 de las 17 comunidades autónomas. Navarra (-26,9%) y Cantabria (-17,1%) mostraron los mayores descensos; País Vasco (+0,9%) y La Rioja (+7,2%), fueron las excepciones”.
Estos datos permiten, en función también de la situación actual, hacer un análisis más cualitativo de la situación:
- Si vemos las cifras que nos muestra el mercado de trabajo vemos, en comparación con otros países, mayores inversiones en políticas activas. Sin embargo, no se consigue la tasa de ocupación e intermediación que tienen otros países. Vemos que hay una caída de la temporalidad, pero la caída también se produce en otras formas de empleo estable, con enormes tensiones en nuestro mercado de trabajo.
- Estamos hablando, en definitiva, de la necesidad de potenciar tanto las políticas activas como las políticas pasivas. Las políticas activas desde el punto de vista de la formación y la recualificación, orientación y acompañamiento. Las pasivas, por su parte, siguiendo alguna reflexión del Banco de España, de forma que las prestaciones pudieran servir para compensar o para complementar salarios.