En un mundo en constante evolución que cada vez presenta mayores retos logísticos, las empresas logísticas deben estar preparadas para enfrentarse a los desafíos más complejos. Por eso hoy queremos hablar de tres situaciones que suponen un reto y que son testimonio de la capacidad para innovar y adaptarse a cualquier tipo de proyecto, que una empresa comprometida con la personalización, como es el caso de la nuestra, debe poseer para brindar soluciones que estén a la altura, o incluso superen, las expectativas de los clientes.
A través de estas situaciones que pueden suponer un reto en el proceso de embarque se puede descubrir algo más sobre cómo las empresas logísticas se enfrentan a los desafíos más exigentes en el transporte y la logística y van adaptando sus estrategias para superar los obstáculos que vayan surgiendo hasta lograr satisfacer las necesidades de sus clientes y sus requisitos de transporte.
Estos escenarios representan situaciones, que hemos ido encontrándonos a lo largo de nuestra experiencia de más de 50 años, y que resumen las formas de trabajar que cualquier empresa logística tiene que ir adoptando para poder completar satisfactoriamente los variados proyectos que le vayan surgiendo. Dichas situaciones ponen de manifiesto la importancia que tiene que una empresa logística cuente con relaciones sólidas con agentes confiables en origen y destinos, así como con las navieras y aerolíneas para poder garantizar la seguridad y llegada puntual de los transportes.
La triangulación en los envíos
En algunas ocasiones el desafío surge cuando el cliente se encuentra en un país de origen y la mercancía debe ser transportada a otro país que no sea España. Aquí la dificultad reside en encontrar agentes de confianza, tanto en origen como en destino, y en el poder establecer relaciones sólidas y profundas con ellos para lograr asegurar operaciones de transporte seguras y profesionales.
Cuanta más experiencia tenga la empresa logística realizando este tipo de envíos más amplia será su red de agentes confiables lo que le permitirá poder operar satisfactoriamente. Para lograr crear relaciones sólidas a lo largo de los años, las empresas logísticas tienen que superar muchos retos como por ejemplo las diferencias culturales que existen entre los distintos países y que deben de saber respetar, comprender y adoptar.
Además, para desarrollar satisfactoriamente este tipo de operativas se requiere de una coordinación exhaustiva y completa en todas las etapas del proceso de transporte, para lo que es esencial mantener a todas las partes que completan el proceso bien informadas. Por ello, es imprescindible mantener reuniones periódicas con todas las partes involucradas en el proceso para evitar mal entendidos y evitar que surjan imprevistos no deseados.
Las distintas tipologías de cliente
Las empresas logísticas deben trabajar con distintos tipos de clientes que tienen necesidades variadas: necesidad de inmediatez en los procesos, de rapidez, de mejores precios, de…, o incluso una combinación de varias de ellas.
También deben saber que cada cliente debe ser tratado de manera distinta. Por ello tienen que brindarle una atención personalizada que se adapte a lo que espera y necesita. Además, hay que tener en cuenta que existen diferencias en cuanto a las preferencias de comunicación que tiene cada cliente. Unos prefieren procesos más formales por correo electrónico, lo que puede demorarse en el tiempo, mientras que otros prefieren un contacto más cercano e inmediato.
Conocedores de estas diferencias entre clientes y con la intención de satisfacer de la mejor manera posible las necesidades de cada uno de ellos, las empresas logísticas deben procurar asignar a cada tipo de cliente el perfil de nuestro equipo que mejor se ajuste a los requisitos que demandan.
Los envíos de cargas sobredimensionadas con urgencia
Las empresas logísticas deben estar preparadas para afrontar todo tipo de retos con la mayor prontitud y eficacia posible. Por ejemplo, en nuestro caso hace unas semanas, nuestro equipo de transporte aéreo tuvo que gestionar el transporte de 10 toneladas, vía aérea, en un tiempo muy limitado, en cuestión de 24 horas.
Para afrontar este reto de forma exitosa, todos los procesos y esfuerzos se deben enfocar en manejar la operación, obteniendo precios competitivos y coordinando todas las partes involucradas, además de mantenerlas adecuadamente informadas.
Un buen operador logístico debe contar con la capacidad de poder realizar una recogida de este tipo de un día para otro, prestando servicio directo del cliente, pudiendo gestionar con prontitud la reserva del espacio en el avión y el despacho del envío, todo en menos de 24 horas.
Sin duda, para lograr realizar estas gestiones exitosas con tanta premura son fundamentales unas buenas relaciones y una comunicación fluida con las aerolíneas, las navieras y el resto de socios de la cadena logística.
Es vital cultivar estas relaciones sólidas a lo largo de toda la cadena logística porque el éxito en la superación de desafíos logísticos complejos depende en gran medida de la confianza y la colaboración entre socios. Desde colaboraciones estrechas con los miembros de la cadena de suministro hasta alianzas estratégicas con aerolíneas y navieras.
En el universo logístico, donde la eficiencia y la adaptabilidad son fundamentales, estas relaciones afianzadas se convierten en el cimiento sobre el cual se construyen soluciones innovadoras y exitosas.