Nuevo fenómeno que pide mayor transparencia y humanidad en las empresas. Algunas personas empleadas de la conocida como “Generación Z”, más acostumbradas a compartir su día a día en las redes sociales, optan por grabar y compartir en estas plataformas el momento en el que se les comunica su despido. Esto está provocando que los departamentos de Recursos Humanos se tengan que adaptar a un nuevo cambio cultural. Según Vivofácil (antes Alares), empresa especializada en el cuidado de personas, fallos en las políticas de diversidad generacional y ausencia de programas sobre bienestar emocional son las causas de que esta tendencia se esté haciendo viral.
Este fenómeno no es aislado, y ya se ha convertido en una problemática en muchas empresas tecnológicas estadounidenses, donde muchos profesionales jóvenes han registrado y compartido sus despidos en redes sociales. En las plataformas digitales, especialmente en TikTok, abundan los vídeos donde personas jóvenes muestran cómo recibieron malas noticias sobre sus despidos por parte de profesionales de Recursos Humanos que nunca antes habían visto y que nunca se habían preocupado por su desarrollo, desempeño y salud emocional. Estos se comparten bajo hashtags como #layoffs y #techleyoffs, acumulando miles de visitas y generando una reputación con marca empleadora muy negativa para las empresas.
Actualmente esta tendencia no es tan común en España como en Estados Unidos. Sin embargo, debido a fenómenos previos originados en Estados Unidos, como la Gran Renuncia o el «quiet quitting», que luego se han extendido a Europa, muchas empresas en España están en alerta y tomando medidas para prevenir y reaccionar ante posibles situaciones similares. Además de TikTok, plataformas como LinkedIn también se están convirtiendo en lugares para compartir malas experiencias en el lugar de trabajo.
Aunque en España esta tendencia no es tan común, existen casos parecidos como el del cantante C. Tangana que compartió su experiencia negativa como empleado de una cadena de restaurantes. En una entrevista con Jordi Évole, apeló directamente a que “si a alguien le gusta mi música”, que no fuera a dicho establecimiento porque le debían 600 euros, lo que generó un revuelo en redes sociales.
Hay que tener en cuenta que, según la encuesta anual 2024 Edelman Trust Barometer, a nivel global, ‘mi empleador’ es la figura en la que más se confía. De acuerdo a este estudio, el porcentaje de confianza es del 79% en 2024, dos puntos más que el año pasado. En España, el porcentaje de confianza se sitúa en el 73%, subiendo 5 puntos más que en 2023. Además, el 63% de las personas encuestadas tiene altas expectativas en que los CEO gestionen y controlen los cambios que se están desarrollando en la sociedad y no únicamente los relacionados con sus negocios. Si los datos demuestran que la confianza es mayor en aquellas figuras más cercanas como, por ejemplo, las empresas en las que trabajamos; las expectativas y exigencias también podrían ser más altas.
¿Qué podemos aprender de esta tendencia?
Este movimiento refleja una búsqueda de autenticidad y transparencia, desdibujando fronteras entre lo personal y lo profesional. Algunas personas optan por compartir su experiencia de despido en redes sociales para preservar su autoestima y demostrar su capacidad de influencia en la reputación de la empresa, responsabilizándolas de la forma en que han sido tratadas. Otros perfiles intentan desestigmatizar el proceso y arrojar luz sobre él, mostrando algunas realidades del entorno laboral contemporáneo. En cualquier caso, se trata de ganar control sobre una situación traumática y buscar apoyo por parte de la comunidad de seguidores.
Por otro lado, grabar y publicar estos videos podría tener repercusiones legales para la persona despedida. Aunque muchos países no exigen el consentimiento para la grabación, otros sí lo requieren; lo que puede dar lugar a acciones legales por parte de la empresa.
¿Cómo reaccionar?
Esta tendencia subraya la importancia de promover una cultura organizacional basada en la transparencia, el respeto y la empatía. Las empresas deben esforzarse por mejorar la comunicación interna, ofrecer apoyo emocional durante los procesos de despido y reevaluar sus prácticas de recursos humanos para garantizar que los empleados sean tratados con dignidad y justicia en todas las etapas de su relación laboral.
Las empresas deben reconocer la importancia de cómo gestionar la desvinculación de un empleado o empleada, ya que esto tiene un impacto directo en la credibilidad de la dirección, los procesos, los valores, la imagen y la cultura corporativa. La forma en que se realiza el offboarding refleja la jerarquía de valores tanto de la persona que lo realiza como de la propia empresa. Además, al ser una tendencia propia de las generaciones más jóvenes, pone de manifiesto la importancia de la gestión de la diversidad generacional.
Es esencial crear un ambiente donde tanto las personas mayores como las más jóvenes se sientan valoradas y puedan aprovechar las fortalezas inherentes a cada generación para colaborar de manera efectiva. ¿Cómo se logra esto? A través de la implementación de formaciones, talleres, acciones y programas que promuevan la gestión de la diversidad, no solo centrada en la igualdad de género o LGTBI, como exige la ley, sino también considerando la edad como una prioridad dentro de la diversidad demográfica en la empresa, independientemente de la existencia de regulaciones específicas al respecto.
Según los especialistas de Vivofácil, es crucial que las personas se sientan cuidadas, integradas y valoradas dentro de los equipos de trabajo. Las empresas que priorizan el desarrollo personal y profesional de sus empleados y empleadas, ofreciendo programas integrales de bienestar, crean un entorno que promueve la salud general de sus equipos. Estos programas de bienestar corporativo, que pueden incluir apoyo psicológico, asesoramiento médico y servicios de ayuda domiciliaria tanto para empleados como para sus familiares, contribuyen significativamente a fomentar un entorno laboral saludable.
Finalmente, los departamentos de comunicación y marketing deberían considerar la marca empleadora como una parte fundamental de su estrategia de comunicación externa. Incorporar las acciones para atraer y fidelizar talento en planes de comunicación externa y construcción de imagen corporativa puede mejorar la percepción pública de una empresa y fortalecer su posición en el mercado laboral. Sin embargo, es fundamental asegurarse de que la imagen externa de la empresa sea coherente con su realidad interna, ya que cualquier discrepancia podría resultar contraproducente a largo plazo.