La inteligencia artificial ha llegado para quedarse en el mundo laboral. Las distintas ventajas que conlleva su aplicación han evidenciado su capacidad para transformar la dinámica de trabajo y potenciar la creatividad en diversos contextos profesionales, convirtiéndola así en un catalizador para la innovación y el rendimiento laboral. Ahora bien, el 61% de las empresas todavía no fomenta ni ha incorporado estas herramientas, mostrando un amplio margen de crecimiento en su implementación, según recoge la Guía HAYS del Mercado Laboral 2024.
Y es que, a pesar de que el 34% de los profesionales ya está utilizando este tipo de tecnología en su rutina diaria, el 65% de las compañías carece de protocolos establecidos para su aplicación. Ante esta realidad, los expertos de HAYS, principal especialista global en selección y contratación de personal cualificado, ponen el foco en la necesidad de que se establezca un diálogo continuo, bidireccional y estratégico en el ámbito laboral con tal de abordar de manera efectiva los retos y aprovechar los beneficios que la IA puede aportar al desarrollo profesional. Para ello, indican que es imprescindible que las empresas analicen y estudien cómo va a impactar la aplicación de esta tecnología y cómo deben a adaptarse a este cambio.
Así lo argumenta Aitor Larrauri, director de BI & Innovation de HAYS para el Sur de Europa, quien señala que “la clave está en ese primer ejercicio: conocer la empresa y entender los procesos en profundidad, para analizar en cuáles aplicar la IA de forma estratégica y eficiente. Luego, capacitar a los empleados para contar con una plantilla formada y preparada para integrar estos cambios. Pero, sobre todo, desarrollar políticas y protocolos que contribuyan a su implementación y a la protección de datos para que no haya agujeros de seguridad a través de los cuales se pierda o escape la información”.
La propia compañía ha desarrollado políticas internas de acuerdo con las necesidades de sus procesos. Desde la irrupción de la IA y a lo largo de su evolución, HAYS ha ido implementando las herramientas necesarias, y formando a sus empleados para que tengan acceso a este tipo de tecnologías y sean capaces de hacer uso de éstas una vez implementadas.
“Llevamos años integrando la IA en distintos procesos. Ejemplo de ello es Copilot de Microsoft, que nos permite agilizar algunas tareas repetitivas y mecánicas con el objetivo de poder poner el foco en otras más estratégicas y ser más productivos”, añade Larrauri.
Claves para hacer frente al entorno laboral cada vez más impulsado por la IA
La mejora de la productividad y la eficacia se encuentra entre las principales ventajas de utilizar la IA en el trabajo, tal y como afirman el 53% de los profesionales y el 57% de las empresas en la Guía HAYS 2024. Si bien es cierto que nos permite acortar el tiempo que dedicamos a desempeñar ciertas funciones y ser más eficientes, es percibida como una amenaza por el 37% de los profesionales, que consideran que podría eliminar más oportunidades laborales de las que crearía. En este sentido, el 20% asevera que estaría dispuesto a cambiar de campo laboral debido a los avances de ésta.
“Hay cierto miedo e incertidumbre sobre la proyección de algunos cargos y puestos” afirma el director de BI & Innovation, quien añade que “por el momento, sólo se trata de expectativas y tendencias. En el caso de que su utilización afectara algún rol profesional, la solución pasaría por reciclarnos”. En este supuesto, los expertos de la compañía razonan que el apoyo y acompañamiento de la empresa serían fundamentales a la hora de poner al alcance de estos trabajadores los recursos con tal de formarse y desempeñar su nueva función con los menores inconvenientes.
Por su parte, el hándicap de los profesionales será el de permanecer relevantes en un entorno laboral cada vez más impulsado por la tecnología. Deberán cuestionarse en qué procesos de su día a día pueden implementar dicha tecnología para ajustar los programas formativos a sus necesidades. Así, el criterio para elegir una formación u otra dependerá de la aplicabilidad y funcionalidad de la IA en cada sector específico.
“La IA puede ser un gran aliado. Se trata de aplicarla en aquellas tareas que nos beneficien para ser más productivos en la realización de otras más complejas. Utilizar la herramienta correcta en la tarea adecuada para aprovechar estos avances tecnológicos en términos de productividad”, concluye Aitor Larrauri.