El Instituto de Dirección de Proyectos (PMI), la principal autoridad mundial para profesionales de proyectos publica su 15º informe anual Pulse of the Profession titulado El futuro del trabajo por proyectos: Más allá de los modelos de trabajo en oficina. La encuesta, realizada a 2.246 profesionales y 342 altos directivos tiene como objetivo comprender como tanto los acuerdos de trabajo como la gestión de proyectos híbridos están afectando el rendimiento de los proyectos, para que las empresas puedan tomar decisiones sobre su gestión. Los datos de esta edición reafirman la idea de que la flexibilidad laboral y la autonomía de los empleados no está reñida con la buena ejecución y rendimiento de proyectos, permitiendo a las compañías ofrecer estas facilidades a sus empleados.
La pandemia del COVID-19 transformó el entorno laboral, abriendo una puerta al debate sobre la eficacia del trabajo telemático frente al presencial. El estudio del PMI señala que aquellas empresas que retoman el trabajo únicamente presencial no verán una mejora en el rendimiento de sus proyectos, especialmente si se tiene en cuenta el impacto negativo que podría tener en la motivación y retención de empleados, así como en los costes operativos.
Los datos revelan que las empresas deben centrarse en potenciar la flexibilidad laboral, optimizando la colaboración, la innovación, la agilidad y la eficiencia de sus equipos. De acuerdo con los profesionales encuestados, un modelo de gestión híbrido y adaptado a sus necesidades es posible, combinando en este herramientas y métodos digitales. Pero para garantizar el éxito, las empresas deben crear un entorno de apoyo y aprendizaje constante enfocado a sus equipos y empleados.
«Con este informe hacemos hincapié en la importancia que supone para las empresas no sólo reevaluar sus políticas de ubicación laboral y optimizar su forma de trabajar, sino también priorizar el desarrollo de habilidades básicas dentro de los equipos de trabajo para aumentar su adaptabilidad», afirma Pierre Le Manh, presidente y consejero delegado del PMI. «Empoderar a los equipos para que determinen e implementen de forma autónoma las formas más apropiadas de trabajar -independientemente de su ubicación física- los prepara para lograr un mayor éxito cuando se enfrentan a incertidumbres, escenarios empresariales cambiantes, desafíos emergentes y requisitos específicos de sus proyectos.»
Fortalecer al equipo impulsa el rendimiento del proyecto
Los datos del estudio apuntan que programas de apoyo específicos que ayudan a las personas y a los equipos a adquirir nuevas habilidades y competencias desempeñan un papel mucho más importante en el rendimiento de los proyectos que la ubicación del empleado. De hecho, dotar a los equipos de estas herramientas es crucial en el dinámico entorno empresarial actual para que los equipos puedan hacer frente a las exigencias de flexibilidad y agilidad.
Los tres programas más comunes que ofrecen las empresas son el coaching y la tutoría, la formación sobre nuevas formas de trabajar y la creación de comunidades de práctica para compartir conocimientos y experiencia. De acuerdo con los encuestados, aquellas empresas que ofrecen a sus empleados al menos tres programas facilitadores presentan tasas de rendimiento por proyectos significativamente más altas, concretamente un 8,3% más que aquellas que no los facilitan. Por consiguiente, aquellas empresas que no ofrecen ningún programa son más propensas a experimentar problemas a la hora de ampliar sus negocios y sufrir pérdidas monetarias ante proyectos fallidos.
Elegir el enfoque de gestión adecuado determina el éxito
Otro de los puntos del estudio del PMI se centra en el aumento de la gestión híbrida de los proyectos y cómo este enfoque ha evolucionado, adentrándose en todo tipo de sectores y proyectos. Según el estudio, las empresas han aumentado en un 57,5% más la utilización del método híbrido, incrementando así su implantación de un 20% en 2020 a un 31,5% en 2023 a nivel mundial.
El incremento de su popularidad demuestra que las empresas reconocen las ventajas de utilizar diferentes métodos y combinar prácticas, herramientas y técnicas para llevar a cabo su trabajo. Además, dado que el rendimiento medio de los proyectos sigue siendo relativamente uniforme con independencia del enfoque utilizado, las empresas deben trabajar en la ampliación de sus horizontes a la hora de plantearse qué oportunidades de desarrollo de competencias pueden ofrecer a sus empleados y equipos.
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